Añade,
además, que aunque haya balanzas comerciales positivas
en países como Brasil, México, Perú, Colombia
o Chile, "que apuntan en la buena dirección",
los potenciales de crecimiento en América Latina "son
muy inferiores a lo que deberían ser".
Por otra parte, aunque rechaza las recientes críticas sobre
la falta de legitimidad del FMI, reconoce que uno de los problemas
del Fondo es demostrar "que las nuevas economías más
dinámicas tienen mayor voz".
En este sentido, sostiene que los países emergentes son
"el gran cambio de la economía mundial", por
lo que cree que asuntos como la Ronda de Doha, en la que el sistema
multilateral de negociaciones ha permitido que las economías
más poderosas no impongan sus condicionas a las que tiene
menos poder, son "muy importantes".
Según Rato, pese a que la globalización tiene aspectos
"menos positivos que otros", es necesaria, puesto que
es una oportunidad para que los países con renta más
baja se puedan beneficiar de los mercados más ricos.
En cuanto a la situación económica europea, explica
que "casi la mitad de la diferencia de competitividad europea
está relacionada con el dinamismo y la efectividad del
sistema financiero".
Asimismo, alerta de que Europa tiene "altísimos niveles
de proteccionismo que está pagando con un precio de cuatro
o cinco puntos de desempleo". EFE