La
alocución del Cardenal formó parte de la agenda
de la Segunda Semana Social de la Arquidiócesis de San
José, que se desarrolló en el Hotel Corobicí
de la capital josefina.
Ovacionado por el centenar de asistentes a su conferencia, el
que fuera fuerte candidato para ocupar la silla de Sumo Pontífice
-tras la muerte de S.S. Juan Pablo II- arremetió contra
el neoliberalismo, al que calificó como una “macabra”
ideología.
Globalización es exclusión
“Hoy día con la globalización, muchos han
experimentado la exclusión.
Antiguamente,
en tiempos de la Conferencia de Medellín con la famosa
teoría de la dependencia, se hablaba de la marginación.
Al margen, pero al menos había un espacio”, aseguró
el cardenal Rodríguez en su discurso.
Dijo que América Latina “cuenta” a la hora
de la ejecución de políticas de desarrollo, pero
no así en el momento del diseño y de la evaluación.
Y
en ese sentido señaló como “con respecto a
Europa (...) no tenemos tanta importancia. La Unión Europea
hizo que Europa se refugiara en sí misma y aceptara mantener
contactos en industrias estratégicas, especialmente en
aquellas vinculadas al medio ambiente”.
Rodríguez Maradiaga insistió en que las naciones
de la región son percibidas únicamente como consumidores
de bienes suntuarios y de armas, donde citó los casos de
Venezuela, Brasil y Chile.
Irónicamente señaló a América Latina
como “el lugar de inversión con
rendimientos seguros, como trabajo barato en la gran maquiladora
que nos estamos convirtiendo, como el lugar donde el corrupto
más poderoso encuentra un interlocutor que le hará
el contrapunto favorable para que su negocio resulte”.
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En
cuanto a las promesas surgidas desde las campañas
políticas por una mejoría en las condiciones
de subsistencia, Rodríguez Maradiaga lamentó:
“¡Qué pena ver a los candidatos a una
Presidencia prometer que van a tener tantos miles de empleos,
y lo que se crea con la globalización más
bien es desempleo!” |
Democracias
débiles y cuna de corruptos
El cardenal Rodríguez mostró su preocupación
por el deterioro de las
democracias en la región y el desencanto de los ciudadanos,
ante los cada vez más cotidianos actos de corrupción,
donde los políticos son los principales protagonistas.
“No podemos olvidar el día en que las democracias
comenzaron a morirse.
Crearon
tantas expectativas y ¡nada!”, dijo y agregó
que “estas democracias no arreglaron las carencias de muchos
en cuanto a las necesidades básicas pasivas (salud, comida,
vestido, casa), ni a las necesidades básicas activas (educación)”.
Eufórico el Cardenal hondureño dijo que hay naciones
centroamericanas donde se instalaron los “ladrones del Estado
con visas de inversionistas”, e instó a abrir las
puertas a quienes generen inversión con ingresos “sanos”.
Privatización: vender la casa propia
El cardenal hondureño arremetió también contra
la nueva corriente de ideología económica que “ha
quitado de su lugar al verdadero Dios y ha puesto al peor de los
ídolos (..) el mercado, adoran al mercado y divinizan al
mercado y piensan que de él van a venir todas las soluciones”.
Lanzó una advertencia severa a las naciones que caminan
hacia la privatización de los bienes públicos advirtiendo
los “horrores” en que han caído otros países
y los ingentes esfuerzos que realizan por recuperar lo perdido.
“Se privatizan los bienes públicos vendiéndolos
a bajos precios y algunas de estas democracias ya se preparan
para recomprarlos en condiciones onerosas para el tesoro público.
Decía un amigo mío: el que vende su casa, está
condenado a alquilar el resto de su vida”, acotó.
Integración no camina
El cardenal Rodríguez Maradiaga puso sobre el tapete el
tema de la integración de América Latina y la etapa
política que vive la región.
“No
nos engañemos, políticamente Latinoamérica
está pasando por un mal momento. Si seguimos por
donde vamos, no encontraremos una salida. Es preciso entender
que se nos agotaron los libretos, que hemos sido superados,
que de nada sirve dolerse ni vale la pena salir a buscar
a los culpables”, dijo retando a la audiencia. |
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Instó a los latinoamericanos a salir de una corriente de
negativismo y
buscar opciones para enfrentar los procesos de deterioro que campean
en la región y que permita vivir la globalización
sin perder el sentido regional.
Ingobernabilidad campea
Dentro de este complicado panorama para América Latina,
el Arzobispo de Tegucigalpa advirtió la amenaza de la ingobernabilidad
desde las cúpulas de poder.
“¿Qué es lo que está pasando? La dirección
sin rumbo de una sociedad en donde gobernar se ha convertido en
administrar problemas y no en solucionarlos”, señaló.
Rodríguez Maradiaga lanzó finalmente un mensaje
de esperanza, basado en la doctrina social de la Iglesia.
“América Latina es la región de la esperanza
pero no por ingenuidad, ni tampoco por no darnos cuenta de los
problemas. Aún podemos construir historia. Hay un principio
que se originó en el fútbol: al que no hace los
goles, se los hacen. Y al que no hace política, se la hacen”,
señaló.
Tomada
de: www.prensalibre.co.cr