SEGUN ESTUDIO

Aumenta número de mujeres hondureñas inmigrantes

   

06 de septiembre de 2006
Por Orfa Mejía
Proceso Digital

Tegucigalpa - El número de mujeres hondureñas inmigrantes se ha incrementado considerablemente en los últimos años, según un estudio publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).


"Cada vez más la migración se está volviendo un asunto en el que las mujeres asumen un comportamiento activo", señala el estudio.

El documento fue publicado durante la presentación en Honduras del Informe de la Población Mundial 2006 "Hacia la esperanza, las mujeres y la migración internacional" del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP).

Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) del INE, realizada en 2004, el número de emigrantes hondureños era de 254.530 personas y de ese total más del 85 por ciento residían en Estados Unidos.

La encuesta reveló que el 38 por ciento del total de emigrantes son mujeres y jóvenes, de entre 20 y 35 años de edad, y que la mayoría de las mujeres son madres de familia, con muy baja escolaridad, que dejan a sus hijos en Honduras.

Las mujeres y los jóvenes están dejando el país en busca de mejores condiciones de vida, obligadas por el limitado marco de opciones y oportunidades sociales y económicas que enfrenta la población.

El director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Sergio Javier Sánchez, dijo que "las cifras van en crecimiento, estamos hablando que, en comparación con el año anterior, se incrementó el número de mujeres que empezaron a emigrar, estamos hablando que del total de emigrantes el 38 por ciento son mujeres", informó.

"Si bien es cierto que al país le beneficia con el ingreso de divisas, por otra parte se crea un problema social porque existe la desintegración de la familia", añadió.

En el evento, las autoridades también hicieron énfasis en los riesgos que corren los emigrantes, especialmente las mujeres, en su camino hacia los Estados Unidos.

"El proceso migratorio les hace vulnerables a la violación de sus derechos humanos, a la violencia sexual, la infestación de enfermedades de transmisión sexual, al castigo físico y al trabajo comercial sexual", dijo Héctor Osorio del Programa sobre Juventud del FNUAP en Honduras.

Osorio demandó a las autoridades impulsar políticas encaminadas a atender esta problemática y parar la migración de las mujeres y jóvenes hondureños.

Al acto de presentación del informe asistieron, entre otros, el representante del FNUAP en Honduras, Jozef Maerien; la ministra del
Instituto Nacional de la Mujer, Selma Estrada, y la representante de
la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Mirna Rodríguez.

Los riesgos de la migración
Por lo general, los costos y los riesgos de los procesos migratorios no son apropiadamente valorados por los emigrantes, especialmente los indocumentados que se exponen, en primer termino al choque cultural que implica el abandonar familia y amigos para incertarse en una cultura distinta en la que predomina otra lengua, dice el documento.

Se enfrentan a otros riesgos como la pérdida de sus activos en Honduras y las frecuentes violaciones a sus derechos humanos, que suelen enfrentar durante la travesía.

Cuando el emigrante es una mujer tiene más posibilidades de sufrir violencia sexual y abuso físico, indican los estudios.

Una vez en los Estados Unidos se enfrentan también al riesgo de la explotación laboral, a la persecusión de parte de las autoridades migratorias y a la posibilidad de verse involucrado en actividades ilegales.

Deportaciones
Según los datos compartidos en el evento, en 2005 la Dirección General de Migración reportó que por la vía terrestre entraron al país 79.316 personas deportadas, provenientes en su mayoría de México. De ese total, 95 por ciento era mayor de 18 años.

Asimismo indicaron que en el mismo período, se reportaron 18.948 deportados por la vía aérea, provenientes casi en su totalidad de los Estados Unidos. De ellos, el 97,4 por ciento eran mayores de 18 años.

Además de los deportados, en 2005 la cancillería hondureña reportó la muerte de 159 migrantes mientras intentaban su travesía a Estados Unidos.

Abordaje integral
El documento compartido en el evento, plantea la necesidad de demandar de las autoridades un abordaje integral de esta problemática.

Señala que el énfasis de las políticas y acciones del Gobierno se dirige hacia la promoción de la captación de remesas a través del sistema financiero, los intentos de control de los migrantes extranjeros que pasan por Honduras y la gestión ante el Gobierno de los Estados Unidos para que se mantengan algunos beneficios para los migrantes, como el programa de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés).

Una política integral de migración debería orientarse hacia el abordaje de las causas del problema, y en ese sentido , traducirse en una política de desarrollo económico y social, concluye el documento.

Se debería además fortalecer el análisis de las características de los procesos migratorios y dar enfasis a la promoción del respeto de los derechos humanos de los migrantes como una perpectiva de género, añadió.

Desde la perspectiva del FNUAP, las migraciones son una parte del proceso de la globalización, pero nadie debería verse obligado a migrar debido a situaciones de desigualdad, inseguridad, exclusión, y alternativas limitadas en el país de origen.

PERFIL DEL EMIGRADO
En el evento, se informó de que la edad mediana de los emigrados hondureños es de 32,4 años.

En cuanto a su nivel educativo, el 35,5 por ciento de los emigrados mayores de 25 años tienen un nivel inferior a noveno grado, 40,9 por ciento cursaron hasta doceavo grado y 23,5 por ciento han cursado estudios universitarios, aunque no todos obtuvieron un grado académico.

El nivel educativo de la población emigrada es superior al de la que vive en Honduras, y, en ese sentido, se verifica que al emigración representa una perdida de capital humano para el país, añade el análisis.

Según los datos proporcionados, un 22 por ciento de lños inmigrantes hondureños en los Estados Unidos están por debajo de la linea de la pobreza. Este porcentaje es mayor para el caso de las familias con jefe mujer, de las que un 38,8 por ciento vive en condiciones de pobreza.

El ingreso anual per capita de los emigrados es de 13.923 dólares.