¿Está
vivo? ¿Está muerto?. Tampoco nadie lo sabe. Su última
aparición en un vídeo data de octubre de 2004, avisando
de futuros ataques contra EEUU e implícitamente aceptando
su implicación en el 11-S, aunque se desconoce en qué
momento fue grabado.
Desde entonces, se han divulgado varios mensajes de audio y por
internet atribuidos al líder de esa red terrorista y fundamentalista,
cuya autenticidad es difícil de verificar.
Recapitulando, se cree que Bin Laden, al igual que su lugarteniente
Ayman al Zawahiri y su aliado el mulá Omar, máximo
líder talibán, están vivos y se ocultan en
algún lugar de la porosa frontera de 2.500 kilómetros
entre Afganistán y Pakistán, aunque de qué
lado, o dónde, ya es otro cantar.
Recurrentemente los gobiernos de Afganistán y de Pakistán,
aliados declarados de la "guerra contra el terrorismo"
de EEUU y con décadas de desconfianza a sus espaldas, se
acusan uno a otro de albergarlos a su lado de la frontera y de
no hacer lo suficiente para acabar con los miembros de Al Qaeda
y los talibanes.
Según a quien se pregunte, contesta que Bin Laden, el millonario
de origen saudí con pasado muyahidín que creó
una red terrorista con tentáculos en numerosos países,
está en Afganistán...o en Pakistán.
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Lo
cierto es que la intervención militar lanzada por
George W. Bush el 7 de octubre de 2001, como represalia
por el 11-S, acabó rápidamente con el régimen
ultraintegrista afgano acusado de dar refugio a Bin Laden
y con los campos de entrenamiento de terroristas pero, cinco
años después, no hay noticias de los responsables
de esos graves atentados. |
"Los sacaremos de sus madrigueras", afirmaban repetidamente
durante los días de la guerra el presidente Bush y el vicepresidente
Dick Cheney.
Según admiten fuentes de inteligencia estadounidenses,
lo más cerca que estuvieron de alcanzar a Bin Laden fue
en noviembre de 2001, cuando al parecer se ocultó en las
montañas de Tora Bora, al sur de la provincia afgana de
Kunar, huyendo de la invasión norteamericana.
Desde entonces, cada vez ha sido más difícil tener
datos sobre su paradero, en un perenne bochorno para los servicios
de inteligencia de Estados Unidos.
¿Las razones?. Sobre todo las dificultades del terreno,
montañoso y desértico, lleno de cuevas, agrestes
colinas y cauces de ríos, y también en gran parte
las simpatías de la población pastún que
habita esa frontera hacia la lucha del líder de Al Qaeda.
En estos cinco años ha habido intentos fallidos por parte
de los servicios de inteligencia norteamericanos de localizar
a los máximos líderes de Al Qaeda, a los que Bush
asegura querer "vivos o muertos".
Se
cree que Bin Laden y Al Zawahiri están en diferentes
lugares, aunque posiblemente en contacto a través
de una compleja cadena de correos humanos para pasarse mensajes,
mejor que con teléfonos que puedan ser detectados
por la CIA. |
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En enero pasado un bombardeo estadounidense sobre una aldea paquistaní
buscaba a Al Zawahiri pero erró el blanco: al menos trece
civiles murieron, lo que provocó un conflicto diplomático
con Islamabad, y pudieron fallecer tres supuestos miembros de
Al Qaeda, aunque nunca se encontraron sus cuerpos.
Y es que, por ahora, el enigma Bin Laden mantiene todos sus interrogantes
abiertos. EFE