Con pinzas trata
Hollywood el 11-S

   
08 de septiembre de 2006

Los Angeles (EEUU) - Han tenido que pasar cinco años para que Hollywood se atreva a tocar el ataque terrorista del 11-S, pero la tímida respuesta del público hace pensar que la audiencia sigue sin estar segura de si quiere revivir la tragedia en el cine.

La primera prueba fue el estreno de "United 93" y de "World Trade Center" ambas con la misma acogida: ni desastrosa ni memorable.

Hasta la fecha son las dos únicas cintas con las que Hollywood salió de su autocensura para buscar inspiración en los acontecimientos del 11-S.


El primero, bajo la dirección del británico Paul Greengrass, escogió un tono casi documental para describir el último vuelo del cuarto avión secuestrado que nunca llegó a destino.

Una historia sórdida sin caer en el melodrama que no dejó a nadie sin llorar en las salas, pero que sólo obtuvo 11,5 millones de dólares durante su estreno el pasado abril.

Por contra "World Trade Center" tuvo el aire de una gran producción, con 60 millones de presupuesto, Oliver Stone como director y Nicolas Cage como protagonista, que encarnó a uno de los últimos supervivientes rescatados con vida de las Torres Gemelas.

El resultado fue decente, con un estreno en agosto de 18,7 millones de dólares y 26,5 millones de dólares en sus primeros cinco días, pero que apenas se sintió en los anales de Hollywood.

Ambos proyectos respondieron la pregunta de cuándo se atrevería Hollywood a tratar el momento más traumáticos de la historia contemporánea de EEUU.

Pero la reacción del público sigue siendo una incógnita.

"Cinco años más tarde tenemos una mejor perspectiva pero sigue siendo muy pronto", insistió el periodista de CNN Peter Bergen.

La respuesta es un lugar común que ambos realizadores niegan a sabiendas de que tienen la historia del cine de su parte.

A los cinco meses del ataque de Pearl Harbor que marcó la entrada de EEUU en la II Guerra Mundial, Republic Pictures estrenaba "Remember Pearl Harbor", la primera cinta patriótica sobre este momento que muchos equiparan, por histórico y traumático con el 11-S.

Y con un tono totalmente alejado de la propaganda, William Wyler estrenó en 1946 "The Best Years of Our Life", considerado uno de los mejores filmes sobre la II Guerra Mundial y galardonado con siete premios Oscar.

Tan sólo había pasado un año del conflicto mundial.

Pero en el caso de los atentados del 11-S, además del factor emocional está el visual ya que dada la tecnología actual la brutalidad de los atentados fue vivida en directo, recogida segundo a segundo en televisión, prensa o internet.

De hecho, muchos de los espectadores que ahora dudan en ir al cine vieron en directo el momento en el que el segundo avión secuestrado por terroristas chocó contra las Torres o como estas se desplomaron como un castillo de naipes.

Poco más puede ofrecer Hollywood a este espectáculo dantesco que la audiencia vio en directo o en sus continuas repeticiones.

"En las próximas cuatro semanas la única forma de evitar estas imágenes será apagar la televisión", recomienda este mes la periodista del "The New York Times" Alessandra Stanley.

Como rubricó Martin Kaplan, profesor de la escuela de comunicación de la Universidad del Sur de California (USC) la pregunta no es sí al público le interesa ver el 11-S en el cine, sino "qué es lo que queda por contar".

Steven Spielberg, autor de "Saving Private Ryan" y "Schindler's List", dijo que nunca tocaría este tema en el cine pero no pudo evitar su influencia en "War of the World" cuando mostró un éxodo humano en una lluvia de cenizas, sangre y humo.

Además, las referencias indirectas al 11-S son inevitables y continuas, desde "Zoolander", la primera cinta que borró las Torres Gemelas de su horizonte, hasta la serie de "Rescue Me", centrada en una estación de bomberos en Nueva York tras los atentados.

Como dijo el realizador Spike Lee apenas un año después de la tragedia, Hollywood acabará mostrando de todo en nombre del 11-S.

"Primero telefilmes terribles y luego algún 'megaestreno' a lo Jerry Bruckheimer", detalló en referencia al productor de filmes épicos sensacionalistas como "Pearl Harbor".

"Pero también llegará el momento del equilibrio a la hora de hablar de algo que necesita ser contado", resumió. EFE

 
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