Raúl
Castro, ministro de Defensa y segundo hombre del régimen,
está arropado en su nueva tarea por seis hombres fuertes
del Partido Comunista y el Gobierno, entre ellos el vicepresidente
Carlos Lage, y el canciller, Felipe Pérez Roque, quienes
jugarán un importante papel durante la Cumbre.
Las autoridades cubanas no han adelantado aún quién
actuará como anfitrión de los jefes de Estado y
de Gobierno que acudirán a la cita de La Habana entre el
11 y el 16 de septiembre.
"No le se decir" (quien encabezará la delegación
cubana a la Cumbre), admitió el martes el viceministro
cubano de Exteriores, Abelardo Moreno, en un encuentro con la
prensa extranjera.
El último mensaje de Fidel Castro, publicado por el diario
oficial "Granma" el día 5 de septiembre con fotos
del líder cubano sentado en una mecedora, leyendo y tomando
notas, alimenta aún más la expectación creada
por su posible participación en la Cumbre.
Castro apunta en su mensaje que en los próximos días
recibirá "a visitantes distinguidos", pero puntualiza
que eso no significa que se informe públicamente de todos
esos encuentros "aunque siempre se ofrecerán noticias".
"Todos debemos comprender que no es conveniente ofrecer sistemáticamente
información, ni brindar imágenes sobre mi proceso
de salud", afirma el líder cubano, que no hace referencia
a la Cumbre en su mensaje.
Precisamente la enfermedad de Castro y la delegación temporal
de poderes en su hermano Raúl han disparado el interés
de gobiernos y medios de comunicación por esta Cumbre.
Representantes de 116 países, entre ellos alrededor de
un medio centenar de mandatarios, han confirmado su asistencia
a la reunión, que elegirá a Cuba como presidente
del Movimiento, que agrupa a muchos de los países distanciados
de EEUU, el mayor enemigo de la isla.
Los participantes en el foro de La Habana encontrarán un
país volcado en un proceso destinado a garantizar las supervivencia
de la revolución con un proyecto de dirección institucional
del Partido Comunista, cuyas estructuras han sido reforzadas en
los últimos meses para afrontar los retos del futuro tras
47 años de liderazgo incuestionable de Fidel Castro.
Desde que asumió provisionalmente el poder, Raúl
Castro, de 75 años, ha aparecido en tres ocasiones en público
para recibir al líder venezolano, Hugo Chávez, y
al boliviano, Evo Morales, en sus visitas privadas a Fidel Castro;
ha concedido una sola entrevista, a "Granma", y ha actuado
como anfitrión de una delegación siria.
En este tiempo, ha habido un sólo cambio en el gobierno,
el nombramiento de Ramiro Valdés, un histórico de
la revolución que hace años ocupó la cartera
de Interior, como ministro de Informática y Comunicaciones.
Los mensajes de Castro sobre su recuperación han suplido
la falta de informes médicos y de detalles sobre la naturaleza
de su enfermedad, considerada un "secreto de Estado".
Entretanto, el único país comunista de occidente
ha reaccionado con calma y ha mantenido la normalidad ante esta
situación política sin precedentes, mientras sigue
con atención los movimientos de Estados Unidos, que mantiene
su apuesta por una transición para la isla sin el liderazgo
de los hermanos Castro ni el Partido Comunista. EFE