"El
11-S dotó el mandato de Bush con un sentido de misión",
dijo a Efe Bruce Newman, profesor de la Universidad DePaul (Chicago)
y autor de varios libros sobre mercadotecnia política y
la presidencia de EEUU, quien cree que desde entonces Bush se
ve a sí mismo como "el líder del mundo libre".
El
proyecto de democratización forzosa de las naciones árabes
que EEUU arrancó tras el 11-S gozó en un primer
momento del apoyo popular en un país conmocionado por los
atentados terroristas de septiembre de 2001 que costaron la vida
a unas 3.000 personas.
Pero
la mala marcha de la guerra en Irak y los interrogantes sobre
los verdaderos motivos del lanzamiento de la ofensiva han erosionado
la popularidad de Bush entre sus compatriotas, que cuestionan
cada vez más la honestidad del hombre que dirige EEUU.
En
ese sentido, las encuestas del Centro de Investigación
Pew muestran que antes de las elecciones de 2004 la palabra más
utilizada para definir a Bush era "honesto". Dos años,
una guerra y un huracán más tarde, el término
más empleado es "incompetente".
"El
supuesto vínculo entre Irak y los atentados de septiembre
de 2001 está cada vez más en entredicho", destaca
Newman, quien cree que interrogantes como ese han deslegitimado
la invasión de Irak por tropas estadounidenses y mermado
la credibilidad de Bush.
En
medio de esa tormenta política, Bush y sus asesores
han optado por cambiar de estrategia, al preferir un discurso
que busca dotar de perspectiva histórica la guerra
en Irak y la campaña más amplia para la transformación
de Oriente Medio. |

Donald
Runsfeld. |
El
discurso pronunciado por Bush en Salt Lake City (Utah) a finales
de agosto es una buena muestra de las que Newman describe como
"técnicas persuasivas".
En
ese discurso, Bush comparó a los radicales islámicos
con los fascistas, los nazis, los comunistas y "otros totalitarios",
y señaló que la guerra contra esos grupos es la
"batalla ideológica decisiva del siglo XXI".
Avisó
también a los que ya están cansados de batallas,
que esta será una "guerra larga", en la que se
enfrentan los que creen en los valores de la "libertad y
la moderación" contra los que se rigen por los valores
de "la tiranía y el extremismo" y por el derecho
"a imponer su visión fanática sobre los demás".
Esas
palabras no vencen el escepticismo del profesor de Chicago, quien
insiste en que lo único que quiere la Casa Blanca es controlar
los recursos petroleros de Oriente Medio.
Otros
expertos, por el contrario, creen en las buenas intenciones de
Bush, aunque dudan de que el método elegido sea el adecuado.
"Impulsar
la democracia mediante invasiones y ocupaciones no es una buena
estrategia", dijo a Efe David Shanzer, director del Centro
sobre Terrorismo de la Universidad de Duke, quien piensa que Bush
es "sincero" en su intento de tratar de encontrar una
solución al fundamentalismo islámico.
A
la espera de que la historia juzgue las decisiones de Bush y sus
asesores, distintos analistas hacen hincapié en que de
momento la estrategia no ha hecho mas que empeorar las cosas.

Condoleezza
Rice |
"La
guerra en Irak ha agravado el problema terrorista y el reclutamiento
de terroristas", declaró a Efe Michael Traugott,
profesor de la Universidad de Michigan.
Traugott
dice que Bush no será capaz de recuperarse de las
consecuencias negativas de la guerra en Irak en los dos
años que le quedan de mandato, y adelanta que el
actual inquilino de la Casa Blanca será juzgado por
su decisión de emprender esa campaña. |
"El
deterioro de las relaciones con sus aliados, sobre todo los europeos,
por los desacuerdos sobre Irak y el trato dado a los prisioneros
de guerra serán el principal legado de la presidencia de
Bush", vaticina Traugott. EFE