Custodio aboga por una
política de prevención
en vez de represión

   

09 de septiembre de 2006

Tegucigalpa - El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, Ramón Custodio, llamó hoy a los Gobiernos de la región centroamericana "a priorizar el desarrollo de políticas de prevención de la delincuencia juvenil en lugar de políticas represivas".

Demandó también que se establezcan acciones e iniciativas encaminadas a evitar la violencia contra los niños, niñas y adolescentes, tanto en situaciones de conflicto interno como en la cotidianeidad.

Custodio pidió en un comunicado impulsar "a través de políticas públicas y de una inversión social apropiada, planes, programas y proyectos que tiendan al fortalecimiento de la familia como núcleo social".

Las peticiones las planteó en el marco de las celebraciones, mañana, 10 de septiembre, del "Día del niño hondureño".

En el comunicado, Custodio insta al Gobierno de Honduras, y a los del resto del área centroamericana, a enfrentar y corregir la desnutrición infantil "porque mientras unos comen en exceso hasta ser obesos, muchos niños se mueren diariamente víctimas del hambre y las infecciones intestinales".

Consideró que lo anterior "no es ético, porque lo ético es el bien común, y el bien común significa que todos debemos estar igualmente nutridos para tener principio de igualdad en la carrera de la vida".

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras dijo que la situación de la niñez y la juventud ha sido abordada por los miembros del Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos de Belice, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá y Honduras, por considerar que son un grupo vulnerable, sin oportunidades y olvidado por los diferentes gobiernos de la región.

Indicó que en ese foro, han concluido que la deficiente atención que los Estados centroamericanos, han brindado a los niños, niñas y adolescentes en las últimas décadas, han generado, en los jóvenes, un marco de pobreza, carente de oportunidades que les permitan dignificarse a través del respeto y de una realización propia.

"Existe preocupación porque en la mayoría de nuestros Estados persiste una visión represiva hacia los niños, niñas y adolescentes, manifestada a través del endurecimiento de las leyes penales, sin tomar en cuenta los problemas estructurales que causan que los menores cometan delitos", señaló.

"No es justo, añadió, que mientras los demagogos beben champaña en nombre de la niñez, los niños pobres siguen sumidos en la desnutrición, acumulando deficiencias físicas y mentales, como huellas indelebles grabadas en su cerebro y en su cuerpo".

Es injusto, también, que los niños pobres sigan consumiendo aguas contaminadas de los ríos y quebradas y caminen descalzos hasta llegar a donde lo esperan las cacerolas vacías, mientras nuestros gobiernos, en nombre de esa pobreza y miseria, obtienen ayudas para su alivio, y fuentes de financiación para sus improvisados planes, incluida la misma Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP).

En opinión del Comisionado de Derechos Humanos, esta estrategia "ha generado pingües ganancias a los que dicen luchar en contra de la pobreza y la miseria".

Dijo que la manipulación del tema "incluye tanto a los gobiernos como a los que manipulan la Cooperación Internacional desde el exterior y dentro de nuestra propia sociedad, mediante siglas de toda laya".

 
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