Obras e ingresos históricos

Carlos Ramos, gerente de Aeropuertos de Honduras, defendió la concesión aeroportuaria, diciendo que en los últimos cinco años generó utilidades para el Estado por 650 millones de lempiras, una cifra histórica y muy superior a la que generaban los cuatro aeropuertos juntos, cuando eran administrados por el Estado.


Carlos Ramos.
Señaló que las críticas usualmente provienen de sectores o personas que están en desacuerdo con los procesos de privatización y que prefieren que el Estado siga administrando los servicios públicos, sin embargo, consideró que esa es una mala distribución del ingreso porque implica invertir los fondos públicos en obras que no van dirigidas a los pobres.

Ramos aseguró que la operadora Aeropuertos de Honduras tiene un compromiso de invertir en todo el periodo de la concesión más de 70 millones de dólares en la modernización de las cuatro terminales aéreas, de los cuales ya se han invertido y ejecutado alrededor de 30 millones.

“Llevamos entregados al Estado en canon de concesión 649.9 millones de lempiras, alrededor de 650 millones de lempiras, es decir, que en cinco años se le ha entregado más que todo el dinero que todos los aeropuertos juntos han entregado en toda su historia al Estado hondureño”, aseguró.

Comparó que antes de la concesión la Comisión Administradora de los Aeropuertos solo entregaba 14 millones de lempiras al año, pero hoy en día la empresa operadora traslada anualmente 132 millones.

“Lo importante es que nosotros como administración somos capaces de hacer las cosas, en seis meses hemos hecho lo que los anteriores dueños no habían podido hacer, incumplían con las obligaciones; nosotros hemos modernizado la terminal de Tegucigalpa y ahora es funcional y se están haciendo otras inversiones en el área comercial”, apuntó.


Otros de los beneficios que destacó el ejecutivo, son los nuevos edificios que se han construido, parqueos, cercas de seguridad, equipo de bomberos, nuevos estacionamientos, baterías de baños y una serie de infraestructura que pasará a manos del estado una vez que termine la concesión.


Los ejecutivos de Aeropuertos de Honduras consideran que la ampliación de la pista no ayudará mucho al aterrizaje de aviones.

Arguyó que el porcentaje de rentabilidad que ha tenido la empresa en los últimos años anda por el orden del 8 y 12 por ciento que es el estándar mundial en el manejo de este tipo de actividades.

“Estos no son negocios donde las rentabilidad sean gigantescas, son negocios estables en donde las rentabilidades están dentro de los rangos establecidos en la industria de concesionamiento del mundo”, apuntó.

En lo relativo a las deudas que arrastra la concesionaria por la demora en la entrega de obras, Ramos indicó que las mismas serán pagadas, pero una vez que se agoten las instancias legales y hasta que concluya el procedimiento jurídico. “De tener las pruebas necesarias pagaremos lo que sea necesario”.

Sobre la reforma del contrato de concesión, el ejecutivo dijo que lamentablemente su aprobación fue dejada en suspenso en el Congreso Nacional por las críticas y enredos que se suscitaron al interno de ese poder del Estado, pero se acordó someter las enmiendas a un consenso y volverlas a presentar en el momento oportuno.

“Las condiciones han cambiado por tanto es prudente y es bueno promover cambios para mejorar, nosotros creemos que tenemos una propuesta de cambio muy positivo para el negocio y el progreso del país en términos de desarrollo de los aeropuertos y el desarrollo de las personas que usan los aeropuertos”.

En torno a la ampliación de la pista, Ramos indicó que esa es una obligación condicionada que estaba contemplada en el contrato original, en vista que el Estado estaba comprometido a hacer las expropiaciones en los terrenos aledaños para hacer los trabajos pertinentes.


Sin embargo, indicó que el plazo para hacer los desalojos e indemnizaciones de la colonia Godoy, expiró en octubre de 2005, por lo que la empresa no está en la obligación de ejecutar esas obras, ya que además no mejoraría el ángulo de aproximación de los aviones a la pista.

“Toncontín seguirá siendo un aeropuerto de ciudad y una pista de ciudad que tiene una cantidad de metros específicos y eso no va mejorar la salida ni la entrada de los aviones”, arguyó.

Introducción
En deuda con el pueblo
Industriales inconformes
Cambios muy lentos

 

 
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