Medios españoles
se declaran la guerra

   
14 de septiembre de 2006

La intervención de El País en la discusión sobre la teoría conspirativa del 11-M el pasado miércoles ha desencadenado una guerra total en los medios de comunicación españoles. Lo que hasta la fecha quedaba en las portadas de El Mundo y en los micrófonos de la Cadena COPE, ha llegado al Congreso y ha alimentado un fuego más que vivo en las páginas de la prensa del día.

El primer asalto de la lucha viene del diario ABC que, consciente de la maniobra iniciada por Pedrojota para reducir su espacio y convertir a El Mundo en el "unico periódico del centroderecha español", carga con dureza contra sus dudosas prácticas periodísticas. Lo hace con un editorial titulado "Compraventa de una `conspiración´", en el que ABC acusa a Pedrojota y El Mundo de vulneral de deontología profesional y de intentar arrastra al PP a una "contradicción insoportable".

"Emilio Suárez Trashorras está procesado como autor de la matanza del 11-M, el crimen terrorista más brutal cometido en España (...) en tratamiento psiquiátrico a causa de su esquizofrenia (...) Este personaje ha merecido durante tres días consecutivos la portada y un despliegue interior en las páginas de El Mundo, bajo el marchamo de periodismo de investigación y con la supuesta finalidad de buscar la verdad en la autoría de la matanza".

"En el mejor de los casos para este medio de comunicación - es decir, que realmente Suárez Trashorras no haya cobrado un céntimo por lo que dijo-, su disposición a contar lo que sea a cambio de dinero desacredita su testimonio. Simplemente, Suárez Trashorras estaba en venta".

"Hemos asistido a un nuevo episodio de la retroalimentación de intereses entre el diario «El Mundo» y Federico Jiménez, director del programa de la cadena Cope «La mañana», para ganar cuota de mercado a golpe de teorías conspiratorias, alentadas por sectores muy concretos y extremos del PP que están causando un grave daño a los intereses generales del centro derecha". (...)

"A pesar de todo, lo más preocupante no es que determinados medios y periodistas se recreen, con el consentimiento de sus editores, en la difamación de las instituciones y en la calumnia sistemática de quienes no siguen sus anatemas. Lo peor son las tensiones a las que se somete a la derecha de este país, forzándola a confundir la legítima oposición al Gobierno socialista y su justa demanda de saber toda la verdad sobre el 11-M con una actitud que niegue la legitimidad del sistema democrático, que repudie a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, por tanto, acabe sumiendo al PP en contradicciones insoportables. Una derecha que entregue al 11-M el protagonismo de su oposición al PSOE está abocada al fracaso electoral, pero también al fracaso ideológico, porque las convicciones democráticas no son compatibles con actitudes propias de extremistas antisistema".

UNIFICAR AL CENTRO DERECHA
Toda esta lucha se inició de forma "oficial" hace unas semanas, cuando Pedrojota anunció al staff de su diario y a varios miembros destacados de la redacción que se iniciaba una campaña para "acabar con el ABC" y convertir a El Mundo en "el gran periódico del centro derecha español". Añadió que eso exige una alianza estrella con la COPE -emisora que describió como "el unico aliado fiable que tiene El Mundo"- y con su líder Federico Jiménez Losantos.

De hecho, esta mañana ha hecho una impostada declaración de amor a las "esencias de ABC" en los micrófonos de la Cadena COPE en una mal disimulada estrategia comercial. A través de las ondas se ha escuchado primero, una carga frontal y directa contra José Antonio Zarzalejos, director de ABC:

"Al director, por Dios, no lo toquen. Bergareche, que nos conocemos desde hace mucho tiempo: no nos lo toque, déjenos un poco más de margen".

Y luego, ha pasado a hacer un llamamiento a los lectores de la competencia:

"Alguienes que me importan en todo esto, los lectores de ABC. Trabajé cinco de los años más inolvidables de mi vida en ABC. Cuando Guillermo Luca de Tena, el último gran patrón de la saga familiar, con motivo del aniversario del periódico propuso hacer unas páginas especiales sobre el pasado, que encargó a Luis Calvo Andaluz, sobre el presente, que le encargó a Luis María Anson, el último gran director que ha tenido ABC, en que vivió su época de máximo explendor, y sobre el futuro del periódico, que me encargó a mí".

"Aunque sólo sea por esos cinco años, aunque sea por ese encargo, debo decir que conozco a los lectores de ABC y conozco sus pulsaciones, los motivos que impulsan su vida. De esos directores, dos escriben en El Mundo. Yo no les voy a dar a los lectores de ABC el número de ABC para que se den de baja, pero sí les voy a dar a ellos y a cualquier oyente que les pueda interesar es el número de El Mundo para que se den de alta".

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Atónito, junto a él, José Alejandro Vara, director de La Razón, otra de las cabeceras conservadoras de nuestro país. Cuando Federico Jiménez Losantos le dio la palabra, se limitó a decir, de una forma más elegante que su compañero de micrófono:

"Nosotros no necesitamos dar el teléfono de suscripciones de La Razón, nos va francamente bien, tenemos cada vez más adquisición en los kioscos, estamos en un momento bastante bueno y no necesitamos publicitarnos en los micrófonos".

Después de esto, Jiménez Losantos ha pasado a rememorar la tradición extinta de ABC: "Estamos aquí Sánchez Cámara, Pedrojota, Vara y yo, los cuatro estuvimos en ABC".

El ofrecimiento del número de suscripciones de El Mundo es una manifestación más de esa campaña, en la que Jiménez Losantos y sus llamadas a darse de baja como suscriptor de ABC, son otra faceta. Especial relieve tienen las despectivas palabras dedicadas al director de ABC, no sólo desde los micrófonos, sino desde el editorial (€)de El Mundo de este jueves, que Pedrojota titula "De la indecencia de El País a la regla de tres de Rubalcaba".

"No es fácil encontrar en los anales del periodismo español una manipulación tan zafia, grosera y deontológicamente repugnante como la tergiversación de ayer de El País de una conversación de Suárez Trashorras para hacer creer a sus lectores que El Mundo había pagado al ex minero asturiano por sus declaraciones a este periódico. Ello es rotundamente falso. Y, después de tal ejercicio de sensacionalismo barato, el periódico de Polanco se permitía además el lujo de tacharnos de `amarillismo´".

"Esa es precisamente la práctica en la que ha incurrido El País al presentar como una confesión de Trashorras sobre la entrevista realizada hace pocos días lo que era una conversación con sus padres, grabada en marzo de 2005, en la que suponía -en tono indignado- que este periódico había pagado a Nayo por unas declaraciones en las que repetía lo que ya había dicho con anterioridad".

"Presentar una simple suposición sobre otra persona, formulada hace año y medio, como la prueba de que Trashorras ha cobrado ahora dinero de El Mundo pone de relieve la absoluta quiebra de las normas periodísticas y éticas con las que opera El País, al que retamos para que pruebe sus falsas afirmaciones".

"No vamos a caer en la trampa de debatir la relación de este periódico con sus fuentes porque ello es muy secundario y nos apartaría de lo esencial, que tampoco está en la conducta del diario de Polanco ni en el necio seguidismo de algún colega en patética decadencia. Lo esencial es que la filtración de esa conversación demuestra el interés del Ministerio del Interior -que es de donde ha salido- por enturbiar los trabajos de investigación de El Mundo sobre el 11-M y el encomiable empeño del PP en exigir respuestas en el Parlamento". (...)

"Ayer, Rubalcaba se puso en evidencia al intentar ridiculizar con una mezcla de ocurrencias y tontos chascarrillos a una oposición que se había limitado a ejercer ese deber. La desmesura de sus ataques y la bajeza de sus reproches pone en evidencia que el Gobierno se ha puesto nervioso con las revelaciones de este periódico. Flaco favor le ha hecho este ministro a Zapatero".

"Rubalcaba dijo ayer sobre Zouhier, Lavandera y Trashorras lo mismo que decía hace 12 años sobre Amedo, Domínguez y Perote, a los que intentó presentar también como los instrumentos de una conspiración para desacreditar al Gobierno. El tiempo puso las cosas en su lugar y demostró quién decía la verdad".

"Si aplicamos una regla de tres sobre las reacciones gubernamentales de entonces y de ahora y sobre lo que sucedió con los GAL y los atentados del 11-M, cabría preguntarse cuál es la `X´ que pretende encubrir Rubalcaba".

Pero también El País se suma al cruce de palabras de los medios a través de su editorial del día, titulado (€) "Inmoralidad":

"Ni los votantes del Partido Popular ni nuestra democracia merecen el castigo que les está infligiendo la cúpula dirigente de este partido, que alcanzó ayer a la institución que representa la soberanía popular. Obedeciendo las órdenes de quienes han inventado y comercializado las más escabrosas y delirantes teorías conspirativas sobre los atentados del 11-M, el portavoz parlamentario popular, Eduardo Zaplana, trasladó ayer el cúmulo de disparates fabricados por el diario El Mundo y voceados por la emisora de los obispos al Congreso de los diputados, en una interpelación parlamentaria de la que no pudo salir muy satisfecho". (...)

"Harían bien los dirigentes populares en hacer caso a las recomendaciones del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en una entrevista que publica la revista Vogue, donde alerta contra los radicales que pretenden apropiarse del PP y aconseja a su partido que no convierta el 11-M en el centro de su labor de oposición. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, no asistió a la sesión parlamentaria de ayer por la tarde. Se ahorró así el penoso espectáculo propiciado por la deriva en la que se está metiendo el primer partido de la oposición bajo su autoridad".

Tomado del Periodista Digital


 
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