Bush, Saca y Zelaya instan a comicios nicaragüenses transparentes

   
19 de septiembre de 2006

Nueva York - Los presidentes de EEUU, George W. Bush; El Salvador, Antonio Saca, y Honduras, José Manuel Zelaya, instaron hoy a que las elecciones en Nicaragua se celebren del modo más limpio posible y con igual oportunidad de participación para todos.


Bush se reunió hoy en Nueva York por separado con Saca y Zelaya, con los que analizó la situación en América Latina, en vísperas de su participación en la 61 Asamblea General de la ONU mañana.

Según el director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, Daniel Fisk, en ambas reuniones los presidentes se mostraron unánimes a la hora de expresar su deseo de unos comicios nicaragüenses en los que "todos tengan oportunidad de participar".

Los comicios del próximo 5 de noviembre en ese país centroamericano deben desarrollarse "de la manera más neutral posible", instaron los mandatarios.

El candidato sandinista , Daniel Ortega, que gobernó el país entre 1985 y 1990 es el favorito en las elecciones nicaragüenses, según las distintas encuestas.

Ortega suscribió el viernes una alianza con el líder del Partido de Resistencia Nicaragüense (PRN), Salvador Talavera, algo que cinco ex comandantes "contras" consideran que es un "complot" contra su candidato, Eduardo Montealegre, de la Alianza Liberal Nicaragüense.

Bush y los dos presidentes centroamericanos analizaron hoy también en sus reuniones la situación en Venezuela, en especial lo que Fisk describió como la estrategia de ese país de "utilizar sus recursos energéticos para apuntarse tantos políticos".

En su reunión, Bush y Zelaya también repasaron la situación en Cuba y expresaron su apoyo al pueblo cubano en sus aspiraciones a la democracia, explicó el alto funcionario estadounidense.

El mandatario hondureño explicó también sus posiciones a su homólogo estadounidense sobre posibles vías para rebajar el precio de los productos energéticos.

Bush, por el contrario, expresó su preferencia por dejar que sea el mercado quien fije los precios e hizo notar la bajada que el combustible ha registrado en las últimas semanas.

En la otra reunión, Bush abordó cuestiones como la Cuenta del Milenio, el programa de ayuda estadounidense a los países en desarrollo democráticos, y en el que El Salvador espera ser el tercer beneficiario latinoamericano después de Honduras y Nicaragua.

Ambos mandatarios repasaron también el problema de las pandillas, y según Fisk, Bush "se mostró receptivo a ver qué es lo que podemos hacer".

El presidente estadounidense también expresó su agradecimiento por la contribución de tropas que El Salvador ha aportado en Irak, un contingente de cerca de 400 soldados. EFE

 
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