Acosta, quien nació en Tegucigalpa el 14 de abril de 1933,
es uno de los intelectuales hondureños más destacados
de la generación del decenio de los 50.
La obra de Oscar Acosta, escritor, periodista, antólogo,
ensayista, diplomático y académico, ha sido comentada
favorablemente por intelectuales como Miguel Angel Asturias, Pablo
Antonio Cuadra, Manuel José Arce, Sebastián Salazar
Bondy y Sergio Ramírez, entre muchos otros reconocidos
intelectuales.
En el homenaje que le tributó "Paíspoesible",
Acosta recordó que "la paciente lectura de Jorge Luis
Borges", en libros como "El Aleph", de 1949; "La
muerte y la brújula", de 1951; "Otras inquisiciones",
de 1952, y su reconocida "Historia universal de la infamia",
de 1954, dieron origen a su libro "El Arca".
El cincuentenario libro de Acosta, cuya primera edición
se presentó en la Facultad de Letras de la Universidad
Mayor de San Marcos de Lima, en 1956, recoge unos cuentos breves
y extraordinarios.
Acosta, ex embajador de Honduras en España, indicó
que cuando "El
Arca" llegó a su país, "no tuvo ninguna
resonancia y en los periódicos se dijo que eran cuentecitos,
hermanados con el también cuentecito 'El dinosaurio' de
Augusto Monterroso. También se los consideró poemas
en prosa".
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La
segunda edición de "El Arca" fue presentada
en 1981 en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras,
en Tegucigalpa, en 1981, mientras que la tercera en el Centro
Cultural de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante
de este país centroamericano. |
Acosta resaltó que algunas narraciones de "El Arca"
figuran en numerosas antologías de cuento corto, breve
o micro-relato editadas
en México, España, Argentina, Venezuela y Honduras.
"No sólo los autores cumplimos años, también
cumplen los libros", acotó Acosta, quien en 1971 le
escribió un poema al argentino Jorge
Luis Borges.
El homenaje a Acosta se celebró en el Café Librería
Paradiso, en el Centro Histórico de Tegucigalpa, con comentarios
de los escritores nacionales Helen Umaña y Eduardo Bahr.
En el poema dedicado a Borges, Acosta señala que lo conoció
en Jerusalén en una concurrida reunión judía
para celebrar una feria internacional del libro.
Añade que le habló a Borges de "aquellos hondureños
que en tiempo pretéritos escribieron en diarios bonaerenses",
a lo que el escritor argentino le confesó que "no
había leído nada de Rafael Heliodoro Valle, ni de
Arturo Mejía Nieto, ni de Marcos Carías Reyes y
mucho menos del infortunado Jaime Fontana".
Acosta dice en sus versos, que se dio cuenta que Borges "no
quería saber nada de mi empobrecida nación -Honduras-
y que para él nunca había existido Tegucigalpa".
"Quiero decir, en su descargo, que Borges estaba completamente
ciego cuando conversó conmigo", finaliza el poema.
La producción de Oscar Acosta incluye obras como "Poesía
Menor", "Formas de amor", "Tiempo europeo",
"Tiempo detenido" y "Mi país", entre
otras.
Su obra poética ha sido traducida al alemán, francés,
griego, italiano, portugués y rumano.
Entre otros reconocimientos ha recibido el Premio Nacional de
Literatura en su país, "Rubén Darío",
de Nicaragua y la Medalla Presidencial "Pablo Neruda",
en 2004.