Sobre
el desarme de Hizbulá, como exige la ONU, Nasralá
dijo que la milicia no estará siempre armada, pero antes
hay que "tratar varias causas" que, en su opinión,
justifican tal medida, entre ellas "la incapacidad del ejército
para defender el país".
"Ningún
ejército del mundo podrá forzarnos a dejar las armas",
subrayó Nasralá, quien agregó que "estas
armas no son chiíes; son armas libanesas para todos los
libaneses y nunca serán usadas dentro del país".
El
líder chií, arropado por sus seguidores, subrayó
también que "lo primero que hay que hacer es construir
un Estado fuerte, justo, que proteja a la patria y sus ciudadanos
y ustedes verán que el problema de las armas se resolverá
solo sin tener que recurrir a la mesa de negociaciones".
Desde
primeras horas de hoy, miles de personas fueron llegando, desde
diferentes regiones de Líbano, en coche, en autobuses o
a pie al Dahía, como se conocen los barrios del sur de
Beirut, devastados por la guerra.
Desde
su aparición, los presentes ovacionaron a su líder
coreando frases como "Nasralá, eres el emisario de
Dios", "Nasralá, Nasralá la victoria nos
pertenece" o "Nasralá, eres el líder de
nuestra generación".
El
carismático dirigente chií saludó a sus seguidores
y avanzó entre los presentes hasta alcanzar la tribuna.
El
lugar parecía un mar amarillo, color de Hizbulá,
debido a las numerosas banderas de la organización que
portaban sus seguidores que escucharon con suma atención
las palabras de su dirigente.
"Estamos
aquí para celebrar la nueva victoria histórica y
divina conseguida por la Resistencia" Islámica (el
brazo armado de Hizbulá), dijo Nasralá, de 46 años,
quien alabó a sus combatientes, que pudieron "resistir
el fuego continuo durante 30 días" del ejército
israelí a cuyos soldados, dijo, "convirtieron en ratones
atemorizados".
Nasralá
dijo que la Resistencia Islámica dispone actualmente de
más de 20.000 misiles y "que ahora es más fuerte
de lo que lo era antes de la guerra contra Israel".
 |
El
dirigente chií advirtió a Israel de que la
paciencia de la Resistencia podría acabarse si continúa
"violando la frágil tregua".
"Les
digo a los sionistas: si vosotros habéis obtenido
garantías secretas, éstas no implican al pueblo
libanés, ni a la Resistencia. La paciencia tiene
límites", afirmó Nasralá.
|
El
líder de Hizbulá insistió en que los dos
soldados israelíes secuestrados no serán liberados
si no se produce un intercambio de prisioneros.
En
su discurso, Nasralá elogió al presidente venezolano,
Hugo Chávez, a quien describió como "un gran
líder", en relación al discurso que pronunció
en la Asamblea General de la ONU, donde dijo que el presidente
de Estados Unidos, George W. Bush, es "el demonio."
Fotos
del mandatario venezolano habían sido instaladas desde
la víspera en el lugar del mitin con el lema "gracias
Chávez", y en una de las pancartas se podía
leer: "nuestra coalición va desde Gaza a Beirut, pasando
por Damasco y Teherán hasta nuestro hermano Chávez".
El
líder de Hizbulá condenó, asimismo, la política
de Washington que describió como una "política
de mentiras, contraria a los derechos humanos y las libertades".
EFE