Hizbulá proclama victoria y asegura que no se desarmará

   
22 de septiembre de 2006

Beirut - Ante cientos de miles de partidarios y simpatizantes que acudieron a un barrio del sur de Beirut al "festival de la victoria", el líder del grupo chií Hizbulá, jeque Hasan Nasralá, aseguró que ningún ejército del mundo es capaz de desarmar a su milicia.

Nasralá, que aparecía por primera vez en público desde el pasado 12 de julio cuando Israel lanzó su guerra no declarada de 34 días contra Líbano por el secuestro de dos soldados israelíes por milicianos de Hizbulá, explicó que había decidido asistir al mitin pese al peligro potencial que ello suponía para su persona y los demás asistentes, ante la posibilidad de un ataque israelí.

Hasan Nasralá


Sobre el desarme de Hizbulá, como exige la ONU, Nasralá dijo que la milicia no estará siempre armada, pero antes hay que "tratar varias causas" que, en su opinión, justifican tal medida, entre ellas "la incapacidad del ejército para defender el país".

"Ningún ejército del mundo podrá forzarnos a dejar las armas", subrayó Nasralá, quien agregó que "estas armas no son chiíes; son armas libanesas para todos los libaneses y nunca serán usadas dentro del país".

El líder chií, arropado por sus seguidores, subrayó también que "lo primero que hay que hacer es construir un Estado fuerte, justo, que proteja a la patria y sus ciudadanos y ustedes verán que el problema de las armas se resolverá solo sin tener que recurrir a la mesa de negociaciones".

Desde primeras horas de hoy, miles de personas fueron llegando, desde diferentes regiones de Líbano, en coche, en autobuses o a pie al Dahía, como se conocen los barrios del sur de Beirut, devastados por la guerra.

Desde su aparición, los presentes ovacionaron a su líder coreando frases como "Nasralá, eres el emisario de Dios", "Nasralá, Nasralá la victoria nos pertenece" o "Nasralá, eres el líder de nuestra generación".

El carismático dirigente chií saludó a sus seguidores y avanzó entre los presentes hasta alcanzar la tribuna.

El lugar parecía un mar amarillo, color de Hizbulá, debido a las numerosas banderas de la organización que portaban sus seguidores que escucharon con suma atención las palabras de su dirigente.

"Estamos aquí para celebrar la nueva victoria histórica y divina conseguida por la Resistencia" Islámica (el brazo armado de Hizbulá), dijo Nasralá, de 46 años, quien alabó a sus combatientes, que pudieron "resistir el fuego continuo durante 30 días" del ejército israelí a cuyos soldados, dijo, "convirtieron en ratones atemorizados".

Nasralá dijo que la Resistencia Islámica dispone actualmente de más de 20.000 misiles y "que ahora es más fuerte de lo que lo era antes de la guerra contra Israel".

El dirigente chií advirtió a Israel de que la paciencia de la Resistencia podría acabarse si continúa "violando la frágil tregua".

"Les digo a los sionistas: si vosotros habéis obtenido garantías secretas, éstas no implican al pueblo libanés, ni a la Resistencia. La paciencia tiene límites", afirmó Nasralá.

El líder de Hizbulá insistió en que los dos soldados israelíes secuestrados no serán liberados si no se produce un intercambio de prisioneros.

En su discurso, Nasralá elogió al presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien describió como "un gran líder", en relación al discurso que pronunció en la Asamblea General de la ONU, donde dijo que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, es "el demonio."

Fotos del mandatario venezolano habían sido instaladas desde la víspera en el lugar del mitin con el lema "gracias Chávez", y en una de las pancartas se podía leer: "nuestra coalición va desde Gaza a Beirut, pasando por Damasco y Teherán hasta nuestro hermano Chávez".

El líder de Hizbulá condenó, asimismo, la política de Washington que describió como una "política de mentiras, contraria a los derechos humanos y las libertades". EFE

 
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