La
marcha se celebra ininterrumpidamente desde 1987, cuando el Parlamento
de Honduras decretó como "Día nacional de la
Biblia" el último domingo del mes de septiembre.
"Esta
es una fiesta, es una bendición estar aquí (...),
es un reflejo de que Dios está aquí con nosotros,
que Dios está con Honduras", dijo a los periodistas
José Ochoa, miembro del comité organizador de la
actividad.
"Somos
libres", gritaron los niños, jóvenes y adultos
que participaron en el desfile que se celebró la tarde
de este domingo.
Ayer, las iglesias evangélicas de San Pedro Sula, principal
ciudad de Honduras en la región norte, participaron en
un desfile similar por la primera calle de aquella ciudad.
Al desfile en San Pedro Sula también se unieron estudiantes
de escuelas y colegios evangélicos.
"Queremos
despertar el interés del pueblo sampedrano y compartir
la necesidad de leer la Biblia y encontrar todas las respuestas
a los problemas que tenemos", dijo a los periodistas el presidente
de la Asociación de Pastores Evangélicos, Leonardo
Matute.