El
primer puesto a nivel mundial lo ocupa Suiza, en tanto que Estados
Unidos, que el año pasado encabezaba la lista, ha caído
hasta el sexto puesto.
Chile
disfruta en la actualidad de unas "instituciones sólidas,
con un nivel de transparencia y apertura mayor que el promedio
de la UE ", así como de una "presencia en mercados
eficientes y relativamente libres de distorsiones", explicó
al respecto Augusto López Claros, economista jefe del Foro.
El
economista destaca el papel que ha tenido el Estado chileno a
la hora de crear un "régimen regulador creíble
y estable", así como la gestión macroeconómica
"extremadamente competente" desarrollada, y que ha sido
"crucial" para reducir la pobreza y sostener el crecimiento.
Los
responsables del foro valoran además los esfuerzos del
gobierno por reducir la deuda publica, así como las inversiones
en infraestructuras, educación y salud.
Junto
con Chile, el informe destaca la mejora que ha experimentado México,
y que le ha permitido subir un puesto hasta el nivel 58 del mundo,
así como la evolución positiva de otras economías,
como la costarricense (53), Perú (74) y Guatemala (75).
El
informe destaca las contradicciones que vive México, un
país que mantiene las "mismas debilidades institucionales"
que prevalecen en Latinoamérica, pero que, sin embargo,
obtiene una puntuación alta en salud pública y educación,
en eficiencia del mercado de bienes, en inversiones extranjeras
y en transferencia de tecnología.
El
informe atribuye estos últimos puntos a los estrechos lazos
que existen entre el mercado mexicano y el estadounidense en el
contexto del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
Para
el Foro, la falta de instituciones sólidas y creíbles
sigue siendo un obstáculo significativo en muchos países
latinoamericanos, especialmente Bolivia (97), Ecuador (90), Guayana
(111), Honduras (93), Nicaragua (95) y Paraguay (106), que se
sitúan entre los peor valorados en materia de instituciones
abiertas y razonablemente transparentes.
Estos
países "adolecen de derechos de propiedad mal definidos,
influencias indebidas, operaciones gubernamentales ineficientes,
así como de un entorno empresarial inestable", asegura
el informe.
"El
favoritismo en la toma de decisiones del gobierno, un poder judicial
no lo suficientemente independiente y elevados gastos de seguridad
asociados a los altos niveles de delito y corrupción impiden
a la comunidad empresarial competir de manera efectiva",
añade.
Como
en años anteriores, el informe destaca el deterioro de
Venezuela (88), un país que ha perdido cuatro puestos pese
al superávit presupuestario que le reporta los altos precios
del crudo.
El
informe constata que el obstáculo más importante
para Venezuela es "la insuficiente calidad de las instituciones,
especialmente para combatir la corrupción, los abusos de
poder en la toma de decisiones y reducir la intervención
del gobierno".
Pese
a las supuestas bondades de la revolución que ha puesto
en marcha el Gobierno de Hugo Chávez, Venezuela tiene tasas
de escolarización "mediocres o malas", y una
tasa de mortalidad infantil de Venezuela del 16 por 1000 nacidos
vivos, igual a la de Albania.
Otro
retroceso notable es el que ha registrado Argentina, que cae del
puesto 54 al 69 presionada por un "cierto deterioro en distintos
indicadores", además del alto nivel de deuda publica
y la ineficacia del mercado.
El
informe recoge además la "honda preocupación"
que existe en la comunidad empresarial argentina por "los
derechos de propiedad, la independencia del poder judicial, el
despilfarro en el uso de recursos públicos, y la falta
de equidad en las relaciones del gobierno con el sector privado".
"No
existe ninguna razón intrínseca que impida que la
Argentina siga creciendo a una tasa del 6 al 8 por ciento anual
en el futuro cercano, siempre y cuando se realicen esfuerzos para
establecer un sólido marco político", apuntó
Augusto López-Claros. EFE