Honduras entre los peor evaluados en transparencia y competitividad

   

26 de septiembre de 2006

Nueva York - Chile se consolida como el país más competitivo de Latinoamérica, una región marcada por las mejoras de México y Perú, y por las caídas de Venezuela y Argentina, según el último informe del Foro Económico Mundial.

En esta encuesta sobre el Indice de Competitividad Global (ICG) para el 2006-2007, Chile ocupa el puesto 27 a nivel mundial, por encima de economías más desarrolladas, como España, que le sigue en el puesto 28, o de Italia, que ocupa el 42.


El primer puesto a nivel mundial lo ocupa Suiza, en tanto que Estados Unidos, que el año pasado encabezaba la lista, ha caído hasta el sexto puesto.

Chile disfruta en la actualidad de unas "instituciones sólidas, con un nivel de transparencia y apertura mayor que el promedio de la UE ", así como de una "presencia en mercados eficientes y relativamente libres de distorsiones", explicó al respecto Augusto López Claros, economista jefe del Foro.

El economista destaca el papel que ha tenido el Estado chileno a la hora de crear un "régimen regulador creíble y estable", así como la gestión macroeconómica "extremadamente competente" desarrollada, y que ha sido "crucial" para reducir la pobreza y sostener el crecimiento.

Los responsables del foro valoran además los esfuerzos del gobierno por reducir la deuda publica, así como las inversiones en infraestructuras, educación y salud.

Junto con Chile, el informe destaca la mejora que ha experimentado México, y que le ha permitido subir un puesto hasta el nivel 58 del mundo, así como la evolución positiva de otras economías, como la costarricense (53), Perú (74) y Guatemala (75).

El informe destaca las contradicciones que vive México, un país que mantiene las "mismas debilidades institucionales" que prevalecen en Latinoamérica, pero que, sin embargo, obtiene una puntuación alta en salud pública y educación, en eficiencia del mercado de bienes, en inversiones extranjeras y en transferencia de tecnología.

El informe atribuye estos últimos puntos a los estrechos lazos que existen entre el mercado mexicano y el estadounidense en el contexto del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.

Para el Foro, la falta de instituciones sólidas y creíbles sigue siendo un obstáculo significativo en muchos países latinoamericanos, especialmente Bolivia (97), Ecuador (90), Guayana (111), Honduras (93), Nicaragua (95) y Paraguay (106), que se sitúan entre los peor valorados en materia de instituciones abiertas y razonablemente transparentes.

Estos países "adolecen de derechos de propiedad mal definidos, influencias indebidas, operaciones gubernamentales ineficientes, así como de un entorno empresarial inestable", asegura el informe.

"El favoritismo en la toma de decisiones del gobierno, un poder judicial no lo suficientemente independiente y elevados gastos de seguridad asociados a los altos niveles de delito y corrupción impiden a la comunidad empresarial competir de manera efectiva", añade.

Como en años anteriores, el informe destaca el deterioro de Venezuela (88), un país que ha perdido cuatro puestos pese al superávit presupuestario que le reporta los altos precios del crudo.

El informe constata que el obstáculo más importante para Venezuela es "la insuficiente calidad de las instituciones, especialmente para combatir la corrupción, los abusos de poder en la toma de decisiones y reducir la intervención del gobierno".

Pese a las supuestas bondades de la revolución que ha puesto en marcha el Gobierno de Hugo Chávez, Venezuela tiene tasas de escolarización "mediocres o malas", y una tasa de mortalidad infantil de Venezuela del 16 por 1000 nacidos vivos, igual a la de Albania.

Otro retroceso notable es el que ha registrado Argentina, que cae del puesto 54 al 69 presionada por un "cierto deterioro en distintos indicadores", además del alto nivel de deuda publica y la ineficacia del mercado.

El informe recoge además la "honda preocupación" que existe en la comunidad empresarial argentina por "los derechos de propiedad, la independencia del poder judicial, el despilfarro en el uso de recursos públicos, y la falta de equidad en las relaciones del gobierno con el sector privado".

"No existe ninguna razón intrínseca que impida que la Argentina siga creciendo a una tasa del 6 al 8 por ciento anual en el futuro cercano, siempre y cuando se realicen esfuerzos para establecer un sólido marco político", apuntó Augusto López-Claros. EFE

 
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