08
de Octubre de 2006
Sao
Paulo - La corrupción y los escándalos
que han marcado la vida política de Brasil desde el año
pasado centraron hoy el inicio del primer debate electoral entre
el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el candidato
socialdemócrata Geraldo Alckmin.
Fue
éste quien abrió fuego en su turno de preguntas,
en el que interrogó a Lula sobre la procedencia del dinero
que presuntamente estaba destinado a pagar un dossier con falsas
acusaciones contra Alckmin y José Serra, gobernador electo
del estado de Sao Paulo. "Mire a los ojos del pueblo y responda
de dónde vino el dinero", inquirió Alckmin
en el primer bloque de preguntas que marcó el tono agresivo
del debate, inicialmente con buenas maneras que se fueron descomponiendo
a medida que avanzó la discusión.
Lula, con un tono firme, se defendió diciendo
que él no solo está interesado en conocer la procedencia
del dinero, sino que quiere "saber más", como
"quién inventó el plan maquiavélico"
que terminó perjudicando su candidatura y quién
hizo la negociación de ese dossier. "El único
ganador fue la candidatura de mi adversario", dijo Lula para
agregar: "La mía fue la única perjudicada".
El escándalo, en el que parecen involucrados
militantes del Partido de los Trabajadores (PT) y colaboradores
de Lula, estalló cuando todo parecía indicar que
la victoria estaba al alcance de su mano.
El debate se celebra dos días después
de que la dirección nacional del PT decidió la expulsión
de cinco miembros involucrados en el caso y de que su presidente,
Ricardo Berzoini, pidió una licencia temporal del cargo.
Este es el primer debate previo a las elecciones
en el que participa un presidente en ejercicio con su opositor
desde que en 1997 fue aprobada la enmienda constitucional que
permite la reelección.
Un año después, el entonces presidente,
Fernando Henrique Cardoso, fue reelegido sin haber participado
en los debates de televisión, mientras que Lula ha estado
ausente en todos los que se celebraron antes de la primera vuelta
de las elecciones, celebrada el pasado 2 de octubre.
El debate de hoy tiene peso simbólico,
por ser el primero, pero los analistas creen que ayudará
a ver las diferencias entre ambos candidatos, aunque puede no
ser decisivo en el voto.
Antes de la segunda vuelta de las elecciones,
que se celebrarán el 29 de octubre, se prevé que
sean celebrados al menos dos debates más, entre ellos el
último en el canal Globo de televisión, el de mayor
audiencia en Brasil, que lo ha anunciado para dos días
antes de los comicios. EFE