En
el peor momento posible, con la selección Española
inmersa en una crisis de grandes proporciones, como no se recordaba
desde hace mucho tiempo, este partido amistoso se ha convertido
en una nueva reválida para Aragonés y sus jugadores.
Para
Argentina también es trascendente. Cualquier compromiso
de la selección lo es en ese país, pero este más
si cabe después de la derrota del pasado 3 de septiembre
ante Brasil en Londres. Los albiceleste cayeron por 3-0, un resultado
contundente que duele más aún porque el rival era
la 'canarinha'.
Con
dos derrotas en la mochila después de tres jornadas de
la fase de clasificación de la Eurocopa 2008 (frente a
Irlanda del Norte y Suecia), España vive días de
zozobra. El equipo no funciona, no transmite ilusión, su
fútbol aburre, los resultados son decepcionantes y Luis
Aragonés, un hombre de carácter, parece incapaz
de enderezar el rumbo de una nave que se hunde.
El
entrenador madrileño afirmó públicamente
que tiene fuerzas de sobra para darle la vuelta a la situación
y que no está dispuesto a abandonar el barco.
El
presidente de la Real Federación Española de Fútbol
(RFEF),l Angel María Villar, aseguró que, pase lo
que pase, Aragonés no será destituido.
Los
aficionados, mientras tanto, manifiestan su descontento a través
de numerosas encuestas publicadas por los medios de comunicación,
que apuestan casi al unísono por un relevo en el puesto
de seleccionador y resaltan la responsabilidad de Villar.
Lastrada
como nunca por semejante situación, la selección
de Aragonés se ha conjurado para demostrar el miércoles
que tiene la calidad que se le suponía cuando, después
de golear a Ucrania en su debut en el Mundial de Alemania, la
euforia se apoderó de los aficionados españoles
y soñaron con hacer algo grande en una Copa del Mundo.
Una
victoria ante Argentina le serviría para acercarse a ese
objetivo. Una derrota, sin embargo, dejaría al borde del
k.o. a la selección española y, sobre todo, a Luis
Aragonés.
El
seleccionador español puede aprovechar este partido para
repartir minutos de juego entre los futbolistas que no fueron
titulares en Suecia, pero la importancia del envite y la calidad
del rival no aconseja demasiados experimentos.
Luis
Aragonés, a pesar de todo lo dicho, es consciente de que
se juega mucho "en un partido mayor", pese a su condición
de amistoso, "contra una selección que fue de las
mejores del Mundial, aunque luego ganaran otros".
Alfio
Basile, seleccionador argentino, que cumplirá su partido
número 50 al frente del equipo albiceleste, también
necesita un buen resultado para resarcirse del reciente revés
sufrido ante los brasileños.
Todos
los jugadores que ha convocado para este amistoso militan en clubes
europeos, la mayoría en España, y será el
primero sin Juan Román Riquleme, que renunció a
la selección de su país a mediados de septiembre
porque su madre sufrió problemas de salud tras la fuertes
críticas de que fue objeto su hijo.
Para
Roberto Fabián Ayala también será un día
muy especial. El defensa del Valencia igualará el récord
de encuentros disputados con la selección argentina absoluta
que ahora ostenta Diego Pablo Simeone con 106.
Con
el España-Argentina se inaugurará el estadio Nueva
Condomina de Murcia, que cumple todas las normativas de la FIFA
y la UEFA para ser catalogado de cinco estrellas y tiene capacidad
para 32.000 espectadores.
La
afición murciana espera la cita con expectación
y se han agotado todas las entradas para un partido amistoso que
no lo será tanto, sobre todo para una selección
española que necesita éxitos con urgencia.
Alineaciones
probables:
España:
Casillas o Reina; Sergio Ramos, Puyol, Pablo, Antonio López;
Albelda, Xabi Alonso, Iniesta, Luis García; Torres y Villa.
Argentina:
Abbondanzieri; Gabriel Milito, Ayala, Coloccini, Arruabarrena;
Mascherano, Aimar, Maxi, Insúa; Messi y Tevez.
Arbitro:
Laurent Duhamel (FRA).
Estadio
Nueva Condomina.