14 de Octubre de 2006
Por Dagoberto Rodríguez
Proceso Digital
 
  • Sectores políticos exigen detener cualquier negociación sobre la represa El Tigre.

Tegucigalpa - Diferentes sectores políticos condenaron hoy la pretensión de el gobierno de El Salvador de adjudicarse la propiedad de la Isla Conejo y pidieron al gobierno elevar su formal protesta ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para que el vecino país cumpla con la resolución de la Corte Internacional de Justicia que delimitó los espacios terrestres y marítimos entre ambas naciones.

En un comunicado divulgado este sábado, el Partido Nacional, principal fuerza política de oposición exteriorizó su más energética condena, así como “indignación y rechazo” a las declaraciones del presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, de que Conejo pertenece a su nación.

“ La Isla Conejo es indiscutiblemente territorio hondureño y no hay diferencia limítrofe en relación a ella, éste es territorio que geográfica, histórica y jurídicamente nos pertenece”, señala.

Honduras y El Salvador mantuvieron un centenario diferendo territorial que se dilucidó el 11 de septiembre de 1992 cuando la Corte Internacional de Justicia de la Haya delimitó los espacios terrestres y marítimos de ambas naciones y ratificando el derecho ancestral de Honduras sobre sus territorios fronterizos.

Sin embargo, El Salvador no ha cesado en sus aspiraciones expansionistas y en el 2003 pidió una revisión del fallo del máximo organismo internacional de justicia, concretamente en el caso del ex bolsón de Goascorán, que fue ratificado a Honduras en el sentencia de 1992.

En este caso, la Corte Internacional de Justicia dio hoy la razón a Honduras al negarse a revisar, como solicitaba El Salvador, el límite fronterizo entre ambos países, que pasa por el curso actual del río Goascorán, en el golfo de Fonseca.

El Gobierno de El Salvador, sostenía que el río había cambiado su curso en 1762 tras un fuerte diluvio y solicitaba que se fijaran los límites por donde pasaba el cauce antiguo, lo que le habría reportado unos 74 kilómetros cuadrados más de territorio y 16 de kilómetros de acceso al Pacífico
Elias Antonio Saca presidente de El Salvador y Manuel Zelaya presidente de Honduras.

Este fin de semana, las diferencias territoriales que se creían finiquitadas volvieron a reactivarse, luego que el presidente de El Salvador ofreció declaraciones alegando que la Isla Conejo pertenece a El Salvador, pese a que en este islote Honduras siempre ha ejercido soberanía.

El Partido Nacional señaló que “El Salvador está obligado a acatar la Sentencia de la Corte Internacional de Justicia de septiembre de 1992 que confirmó los derechos de Honduras sobre éste y otros territorios y por la Sentencia que rechazó la posterior pretensión salvadoreña de revisión de la decisión de la Corte Internacional de
Justicia”.

Asimismo, exigió al gobierno de Manuel Zelaya Rosales que además de la protesta que ha sido enviada por la Cancillería hondureña a la de El Salvador, sobre esta infundada pretensión, instruya a el embajador de Honduras en las Naciones Unidas para que el Consejo de Seguridad recuerde a El Salvador su obligación, bajo la Carta de las Naciones Unidas, de acatar y cumplir con las sentencias del máximo Tribunal de Justicia Mundial.

Al mismo tiempo exigió al Gobierno de la República detener cualquier estudio o negociación para la construcción de una represa en el sitio de El Tigre, mientras El Salvador no renuncie a su absurda pretensión sobre la Isla Conejo y reconozca plenamente el derecho de Honduras en las aguas interiores del Golfo de Fonseca y su proyección al Océano Pacífico.

“Independientemente de estos hechos mantenemos la firme posición de que este proyecto no debe ir adelante sin el acuerdo de nuestros compatriotas que habitan y hacen su medio de vida en la zona afectada”, concluye en su comunicado el Partido Nacional.


Elías Antonio Saca presidente de El Salvador

En similares términos se manifestó, el dirigente liberal Ramón Villeda Bermúdez, quien indicó que el gobierno debe suspender toda negociación relacionada con la construcción de la represa El Tigre, mientras El Salvador no cese en sus intenciones expansionistas en perjuicio del país.

“Este no es el momento oportuno para estar ventilando por parte de los salvadoreños ese tipo de situaciones, como es la soberanía de un islote que le pertenece a Honduras, porque hay que recordar que el proyecto de la represa El Tigre le beneficia más a ese hermano país”, comentó.

Por su lado, el vicecanciller Eduardo Enrique Reina, reafirmó que el fallo de la Corte Internacional de Justicia del 11 de septiembre de 1992 ratificó la soberanía de Honduras sobre la isla Conejo, por lo que cualquier discusión sobre el tema esta fuera de orden por parte del vecino país.