Esta
"pequeña Lasa" es meta de hippies, turistas y
budistas devotos que llegan buscando exotismo y espiritualidad
entre los templos, cuyos picudos tejados son la base ideal para
modernas antenas que de espirituales tienen más bien poco.
Son las consecuencias menores del desembarco del
Wi-Fi en esta meca del budismo, donde más de 2.000 ordenadores
ya están conectados a internet sin cables gracias a la
iniciativa de un pequeño grupo de expertos y una veintena
de voluntarios.
La empresa la impulsó el ingeniero israelí
Yahel Ben David, de 37 años y ex trabajador de Silicon
Valley, que en enero de 2005 decidió aprovechar una nueva
regulación del Gobierno indio sobre las frecuencias de
banda de internet para facilitar las comunicaciones de los refugiados
tibetanos.
"El proyecto echó a andar hace dos
años y ahora abarca todo Dharamsala", explicó
hoy a Efe por teléfono Ben David, que financió la
mayor parte de la instalación de su propio bolsillo.
El coste fue menor del que hubiera supuesto la
instalación de internet con cables, ya que buena parte
del equipamiento era tecnología de bajo coste, material
eléctrico de segunda mano que fue renovado y adecuado a
las exigencias del lugar.
"Hubo muchos retos, especialmente por las
condiciones del lugar: montañoso, con monzón, tormentas
o incluso monos que destrozaban las antenas", detalló
el canadiense Laird Brown, responsable de comunicación
del Centro Tibetano de Tecnología, al que también
pertenece Ben David.
Estas cuestiones se solucionaron buscando lugares
protegidos e inaccesibles para las cerca de treinta antenas que
dan conexión gratuita a internet a organizaciones no gubernamentales,
una decena de escuelas y varias agrupaciones de refugiados tibetanos.
A cambio, los usuarios colaboran ofreciendo lo
que tienen a su alcance, en la mayor parte de los casos espacio
donde guardar o instalar el equipamiento.
"Hasta hace poco internet era algo desconocido
para esta comunidad y tener acceso a la red les ha cambiado el
día a día", recalcó a Efe Brown, quien
recordó que "no es sólo navegar, ahora pueden
hablar por teléfono (a través de internet) de forma
gratuita".
Esta red local de Wi-Fi tiene, entre otras peculiaridades,
la característica de que funciona en buena parte con energía
solar, lo que contribuye a solucionar los problemas que normalmente
causaría la inestabilidad del suministro eléctrico
en la zona.
El éxito del proyecto ha llevado a que
sus promotores se planteen "exportarlo" a otras regiones
hasta ahora sin acceso a internet, ya que "el modelo puede
ser imitado en otras zonas del mundo, en comunidades rurales de
Africa o Latinoamérica", apuntó Brown.
Agregó, no obstante, que el paso más
inmediato es intentar aplicarlo en otros distritos del montañoso
estado de Himachal Pradesh, donde viven muchas poblaciones remotas
que sólo en los últimos años han empezado
a conocer retazos de las nuevas tecnologías.
Por
ahora, los expertos del Centro Tibetano de Tecnología centran
todos sus esfuerzos en los preparativos de un encuentro internacional
de expertos que la próxima semana analizará, en
esta informatizada ciudad del Himalaya, lo último sobre
conexiones rápidas a internet. EFE