El
"Primer informe sobre femicidios en la región centroamericana"
fue elaborado por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos
(IIDH) y el Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos
Humanos (CCPDH).
El estudio fue presentado por el comisionado adjunto de los Derechos
Humanos en Honduras, Daniel Castillo, quien expuso la preocupación
de los organismos regionales de derechos humanos por el creciente
aumento de este tipo de muertes en la región.
"Es una problemática que está adquiriendo características
de epidemia en algunos países de la región centroamericana",
añadió.
Según el estudio, entre los años 2002 y 2006 se
han registrado 1.398 "femicidios" en Guatemala, 1.320
en El Salvador, 613 en Honduras, 315 en Nicaragua, 146 en Costa
Rica, 188 en Panamá y 8 en Belice.
La investigación reveló que la mayoría de
las mujeres murió a consecuencia de heridas con armas de
fuego, armas blancas, asfixia, decapitadas, descuartizadas, estranguladas,
quemadas, golpeadas o torturadas.
Entre los agresores se identifican a compañeros de hogar,
ex compañeros, vecinos, familiares, novios, miembros de
pandillas armadas o de grupos ligados al narcotráfico.
Castillo dijo que estos son casos que ocurren en diferentes lugares,
desde el interior del hogar hasta en lugares públicos,
y que tienen en común "que se dan en el marco de una
discriminación hacia la mujer por condiciones de vulnerabilidad".
Señaló también que la mayoría de estos
casos quedan en condiciones de impunidad.
"Esto lo que indica es que estamos generando una cultura
en la cual de manera natural estamos violentando los derechos
de las mujeres, y lo peor del caso es que ellas no se han dado
cuenta y se han acostumbrado a ese tipo de violencia", comentó.
Para frenar este fenómeno se requiere "que iniciemos
un proceso preventivo, de educación, de formación
de las mujeres, de los hombres, de los niños y las niñas,
y propiciemos las estructuras judiciales para poder castigar a
quien comete este tipo de delitos", añadió.