26 de Octubre de 2006
   
  • Su gabinete está hecho a su medida, ningún gabinete va a ser eficiente si está afectado por una alta contaminación política partidarista, dicen analistas

Tegucigalpa - El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, corre el riesgo de salir aplazado en el promocionado proceso de evaluación de su gabinete, advirtió hoy el periodista y analista de la política nacional, Manuel Torres.

En una entrevista con Proceso Digital, el profesional de las comunicaciones explicó que la ley faculta al presidente a nombrar el gabinete que mejor considera para sus propósitos y que la evaluación es un instrumento objetivo para medir los logros e impactos de objetivos previstos, y como tal es un proceso válido.

Dijo que en este marco, “la duda es de que objetivos estamos hablando cuando hemos tenido un gobierno errático y que ha concentrado la mayor parte de sus esfuerzos en estar apagando conflictos”. “Es decir -añadió- que a un instrumento objetivo de evaluación le han dado la tarea de medir un gobierno subjetivo”.

Torres recordó que el gabinete del gobierno actual “se articuló no ha partir de un programa nacional, sino como un reparto de cuotas de poder entre los diferentes liderazgos del partido de gobierno”.

Asimismo, que el presidente Zelaya había anunciado desde el primer día de su mandato que no todos los funcionarios que nombraba lo iban a acompañar en su mandato, incluso anunció cambios para un periodo de seis meses y luego para un año.

Apuntó también que “ya este gobierno ha tenido un gabinete inestable, varios ministros o altos funcionarios han renunciado vinculados a actos de corrupción o por políticas distintas a altos cargos del gobierno”.

“El presidente corre el riesgo de salir aplazado él mismo, porque este gabinete está hecho a su medida, ningún gabinete va a ser eficiente si está afectado por una alta contaminación política partidarista, presionado por un clientelismo brutal que exige plazas sin medir la calidad de quienes las van a ocupar, y sobre todo por la ausencia de un plan de gobierno”, advirtió.

Asimismo, apuntó que “si esas tres circunstancias no cambian la inestabilidad del gabinete, los hondureños nos tendremos que acostumbrar a que sea permanente”, pues no se trata de determinar “solamente la eficacia de los funcionarios en el desempeño de sus funciones, sino de coherencia de todo el gabinete”.

Dijo que un ejemplo revelador es que el presidente Zelaya, al asumir el poder, se comprometió a un ambicioso programa de vivienda y nombró un ministro de la Vivienda , pero traslada la responsabilidad de ese programa a una dirección general de otro ministerio.

El proceso de evaluación
En una de sus extensas exposiciones, Zelaya explicó que ha iniciado el publicitado proceso de evaluación de la gestión de sus ministros, durante el primer año de su administración, marcada desde un inicio por las pugnas de poder, la improvisación y la renuncia de ocho de sus funcionarios en tan solo ocho meses en el poder.

“Estamos evaluando no sólo los resultados del gobierno, sino los resultados de los procesos burocráticos que tiene el gobierno y por los cuales muchos gobiernos han tenido malas ejecutorias en el pasado”, explicó Zelaya a los periodistas.

Según dijo, el proceso incluirá la revisión de las metas institucionales en cada una de las secretarías de Estado, las metas sectoriales, las metas de transparencia en el manejo de fondos y la gobernabilidad del sector que se está evaluando.

El proceso también incluirá un componente que permita comparar los resultados de sus primeros meses de gestión con las ejecutorias realizadas por gobiernos anteriores. “Eso nos permitirá comparar como estaba el país y como está ahora”, comentó.

En su comparecencia, el mandatario no dio detalles de quien o quienes son los responsables de estas evaluaciones, aunque se conoce que parte del proceso lo ejecuta personal de la Unidad de Apoyo Técnico (UNAT) del Poder Ejecutivo, que es dirigida por la ex ministra de Cooperación, Glenda Gallardo.

Pugnas por el poder
Fuentes cercanas al gobierno del presidente Zelaya dijeron a Proceso Digital que ven con buenos ojos el proceso anunciado por el gobernante, ya que consideran que el mismo vendrá a dinamizar la administración pública en sus diferentes sectores.

No obstante, las mismas fuentes reconocen que en el fondo este proceso tiene “un mensaje escondido” para aquellos funcionarios que lograron un cargo en la alta administración pública haciendo acopio del caudal electoral que sus grupos obtuvieron en las elecciones internas del Partido Liberal, y en la mayoría de los casos, de la inversión económica a la campaña proselitista del actual presidente del país.

Las mismas fuentes, estiman que los problemas de Zelaya tienen su origen en la conformación de su gabinete, ya que llamó a ocupar los principales cargos de su administración precisamente a quienes le disputaron la candidatura presidencial del Partido Liberal.

Según las fuentes, eso generó un alto grado de inconformidad en la dirigencia del Movimiento Esperanza Liberal (MEL) por no tener acceso a los puestos del gobierno a los que aspiraban.

“Así creó una serie de islas de poder que ahora no puede manejar, lo que ha generado hasta espacios de ingobernabilidad a lo largo de sus primeros nueve meses de administración”, señalaron las fuentes.

Marcada improvisación
Sobre este tema, el presidente del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), Lucas Aguilera, dijo a los periodistas que los problemas de la actual administración no se solventarán con el cambio de piezas del gabinete de gobierno.

“Creo que hay un problema más grave que cambiar el gabinete (y es) que hay una improvisación en todos estos programas de gobierno, empezando por el mismo Presidente; no tiene nada claro, no se sabe realmente que dirección está agarrando el país con esta administración y creo que eso es lo más duro, de poner las barbas en remojo porque el mayor afectado es el pueblo”, comentó el dirigente político.

Apuntó, además, que para él los problemas actuales de la administración pública no son responsabilidad de un ministro o un director, sino que “es un problema de toda la política global del Gobierno que no está siendo adecuadamente aplicada en función de los verdaderos intereses y buscando resolver los verdaderos problemas que tiene Honduras”.

Asimismo, consideró que el anuncio de las evaluaciones de los funcionarios públicos y su posible cambio “no es más que un globo sonda (que) puede ser para preparar a la población de continuar con el mismo esquema o sacar algunos amigos que no los puede determinar desde el punto de vista de orden de Gobierno”.

Aguilera puso en duda que Zelaya vaya a hacer los promocionados cambios en su gabinete a finales del año, como lo ha anunciado.

Si no cumplen que se vayan

El presidente del Partido Nacional, Porfirio Lobo Sosa, fue más duro en sus apreciaciones al comentar que Zelaya “es el responsable del barco” y que si sus ministros no le cumplen que proceda a sustituirlos de inmediato.

En todo esto, planteó Lobo Sosa, hay algo que es muy lógico y es que el responsable de la conducción del Estado por mandato del pueblo hondureño es el presidente Zelaya.

“De manera que aquí hay una persona que tiene que ver cómo es el desempeño de su gobierno y es el presidente Zelaya, en eso no nos engañemos”, apuntó.

Consideró que en ese marco, es el propio presidente quien “tiene que revisar bien el equipo y revisarse también él para ver si lo está haciendo bien”.

“Aquí el que manda el equipo manda, él debe hacer que el equipo funcione bien y el que no funcione bien hay que sacarlo, él que tiene que evaluar es el que manda y si el que manda no _evalúa bien o se equivoca , él es el responsable”, insistió.

Estimó también que el presidente “no tiene que andar haciendo una reprobación pública de sus ministros, él tiene que evaluar el desempeño de ellos y el que no esté actuando de acuerdo de los parámetros establecidos, simplemente debe cambiarlo y punto”.

“Para que tanto enredo, si él considera que alguien no sirve que lo cambie. El pueblo dijo este es el presidente, el pueblo quiere soluciones, que las cosas se hagan correctamente; de manera que considero que es un tema que debe ser de manejo administrativo, si considera que un funcionario no está actuando bien, pues que lo cambie”, reiteró Lobo Sosa.

Finalmente consideró que la discusión pública que se ha generado alrededor de las evaluaciones y el posible cambio de miembros del Gabinete “es una perdedera de tiempo”, por lo que recomendó dejar de lado la discusión y que se pongan a “trabajar, trabajar y trabajar por el pueblo hondureño”.