Delincuencia se concentra
en países con gran
desigualdad social

   

09 de noviembre de 2006

Santiago de Chile - Los niveles más altos de delincuencia siguen ocurriendo fundamentalmente en países de mediano desarrollo con gran desigualdad social, dijo hoy a Efe el español José Luis Diez Ripollés, profesor de la Universidad de Málaga.


Diez Ripollés, que fue uno de los expositores en el Congreso Internacional "Violencia, Delincuencia y Política Criminal" que concluye hoy en Santiago, dijo que al contrario de lo que se puede pensar, no son los países pobres quienes sufren el mayor número de delitos.

"Los países más pobres no tienen mucha delincuencia porque hay un fuerte control social, mientras que en los países en vías de desarrollo que acentúan la desigualdad social y donde el contraste económico es grande, ahí se concentran, a mi juicio, los niveles más altos", aseguró el especialista en derecho penal.

Advirtió que no hay que estigmatizar a los países pobres, porque en el mundo, especialmente en los países desarrollados, hay un tipo de delincuencia de cuello blanco que tiene un potencial agresivo tremendo.

"Por ejemplo, ahora en España existe una corrupción urbanística con un fuerte potencial agresivo: del territorio, del medioambiente, del precio de las viviendas. Son delincuentes a los que en muchos casos se les persigue dificultosamente y que causan mucho más daño que un montón de rateros actuando sin parar", señaló.

Es cierto, dijo, que la delincuencia está conectada a carencias económicas y carencias de otros tipos "pero debemos ser cuidadosos en la calificación del delito, porque son fenómeno distintos a los de un país desarrollado".

"En EEUU, al contrario de lo que se puede pensar, hay dos millones de presos y cuatro millones más de personas que están ligadas al sistema carcelario ya sea a través de libertades condicionadas o sistemas de vigilancia, porcentaje que no se da en Canadá, por ejemplo", subrayó Diez Ripollés.

El experto español también afirmó que hay tener cuidado con los efectos que causan a veces las informaciones que traen los medios de comunicación, pues se crean "sentimientos de inseguridad" que no reflejan necesariamente la realidad.

"No podemos vivir intimidados ante la presión mediática o la presión política y renunciar a principios fundamentales. El editorial del diario no puede influir en toda una sociedad. Hay que ser rigurosos en las estadísticas", subrayó.

El Congreso en Santiago, cuyo propósito es analizar el uso racional del derecho penal y cómo afrontar el impacto que ciertos delitos producen en la opinión pública, fue auspiciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional.

La reunión, que congregó a expertos internacionales y nacionales de las ciencias penales y la criminología, se celebró en momentos en que Chile se apresta a iniciar la discusión de un nuevo Código Penal, ya que el actual está vigente desde 1874. EFE