Según
un comunicado de la Confederación Nacional de Obispos de
Brasil (CNBB) difundido este fin de semana, la llamada "ortotanasia"
auspiciada por el Consejo (colegio de médicos) coincide
con la opinión de la Iglesia católica expresada
oportunamente por el Papa Juan Pablo II en una encíclica.
En
relación a la "ortotanásia", la posición
de la CNBB es aquella manifestada en documentos de la Iglesia,
especialmente a la encíclica Evangelium vitae (el Evangelio
de vida, de 1995), donde el Papa Juan Pablo II aclara la posición
contraria a la eutanasia.
Al
contrario de la eutanasia, la ortotanasia "es la decisión
de renunciar al llamado exceso terapéutico, o sea, ciertas
intervenciones médicas ya inadecuadas a la situación
real del enfermo, porque no son proporcionales a los resultados
que se podrían esperar o porque son demasiado pesadas para
él y su familia", señaló la CNBB.
"En
esas ocasiones, cuando la muerte se anuncia inminente e inevitable,
se puede en conciencia renunciar a tratamientos que darían
solamente un prolongamiento precario y penoso a la vida",
añade el texto.
Esto
no significa interrumpir los cuidados normales debidos al enfermo
en casos semejantes, aclara.
Según
la resolución aprobada por el Consejo de Medicina el jueves,
la "ortotanasia" difiere de la "eutanasia"
en que no tiene por intención provocar la muerte de una
persona, sino permitirle una "muerte digna" a un paciente
incurable y en fase terminal.
Los
obispos brasileños señalaron que la encíclica
papal afirma que "la renuncia a medios extraordinarios o
desproporcionados no equivale a suicidio o a eutanasia".
Los
representantes de la Iglesia brasileña añadieron
que Juan Pablo II también se refirió en esa misma
encíclica a la manifestación del Papa Pío
XII, de 1957, según la cual "es lícito suprimir
el dolor por medio de narcóticos, inclusive con la consecuencia
de limitación de la conciencia y abreviación de
la vida". EFE