Lo
logró a medias. Los 21 países de la APEC emitieron
una declaración en la que expresan su "grave preocupación"
por el ensayo nuclear efectuado por Corea del Norte el 9 de octubre
y pide a ese país "pasos concretos" para deshacerse
de su armamento atómico.
Pero
esa declaración, en contra de los deseos de Estados Unidos
y de Japón, fue sólo verbal -no escrita- y a puerta
cerrada, por insistencia china a la que se sumaron Rusia y Corea
del Sur, según fuentes de la cumbre.
China
y quienes le apoyaban trataban de evitar que Pyongyang se molestara
e hiciera descarrilar las negociaciones a seis bandas -para persuadir
a ese régimen de que se deshaga de su programa atómico-,
a las que Corea del Norte ha dicho que está dispuesta a
regresar tras más de un año de interrupción.
Durante
los dos días de la cumbre, Bush se reunió, uno por
uno, con sus socios en esas negociaciones multipartitas.
Si
el sábado dialogó con los mandatarios de Corea del
Sur y de Japón, Roh moo Hyun y Shinzo Abe, hoy lo hizo
con el presidente de China, Hu Jintao, y Rusia, Vladímir
Putin.
La
reunión con Putin tuvo lugar poco después de que
sus respectivos representantes de Comercio Exterior, Susan Schwab
y Herman Gref, suscribieran un acuerdo por el cual EEUU da su
visto bueno a la entrada de Moscú en la Organización
Mundial de Comercio (OMC).
Bush
y Putin expresaron su satisfacción por el acuerdo, que
según Putin "no hubiera sido posible sin voluntad
política".
Ambos
abordaron también los programas nucleares de Corea del
Norte e Irán.
Previamente,
el presidente estadounidense se había reunido con su colega
chino, Hu Jintao, en una conversación "muy específica
y muy positiva" sobre Corea del Norte, según David
McCormick, consejero adjunto de Seguridad Nacional para cuestiones
económicas de EEUU.
Ambos
mandatarios mantuvieron un "debate muy amplio y positivo,
un intercambio de puntos de vista, un acuerdo sobre la dirección
y los próximos pasos a seguir" en la crisis nuclear
norcoreana, afirmó McCormick.
Bush
y Hu, que se reunían por tercera vez este año, también
dedicaron buena parte de su conversación a cuestiones económicas.
El
presidente estadounidense agradeció a su colega sus esfuerzos
por hacer de China "un país de consumidores, no de
ahorradores", lo que "redundará en el beneficio
de nuestros productores de manufacturas, grandes y pequeños,
y nuestros granjeros".
EEUU
arrastra un déficit comercial en torno a los 150.000 millones
de dólares con China, un desequilibrio que se ha convertido
en uno de los principales puntos de fricción entre las
relaciones entre los dos países.
Washington
quiere que China adquiera más productos de Estados Unidos
y flexibilice el tipo de cambio de su divisa, el yuan, que el
Gobierno estadounidense cree que perjudica injustamente a las
exportaciones de su país.
El
presidente Bush afirmó que, dada la ingente balanza comercial
entre los dos países, es lógico que haya "dificultades
comerciales" pero aseguró que "adoptaremos una
actitud de respeto mutuo y búsqueda del bien de nuestros
dos pueblos".
Por
su parte, el presidente chino afirmó que en los primeros
siete meses del año, las exportaciones de EEUU a la República
Popular han aumentado un 35 por ciento.
Los
mandatarios, según McCormick, no abordaron por contra el
asunto del tipo de cambio del yuan, una cuestión que hasta
ahora Bush había planteado en cada reunión con las
autoridades chinas.
Tras
visitar Ho Chi Minh, Bush emprenderá mañana viaje
a Indonesia para reunirse con el presidente Susilo Yudoyono, en
la última etapa de una gira por el sureste asiático
que le llevó también a Singapur. EFE