Achraf
Kadi insistió en un comunicado los países vecinos
de Irak a prestar ayuda al país árabe y su gobierno.
El
enviado de la ONU añadió que la explosión
de seis coches y los ataques con mortero contra el barrio bagdadí
de Ciudad Sadr, que provocaron 200 muertos e hirieron a 260 personas,
y los actos de venganza contra los suníes, forman parte
de la violencia sectaria que pretende "dividir el tejido
político y social de Irak".
En
el comunicado del emisario de la ONU se destaca que "ningún
estado puede ser complaciente con este cáncer político".
Achraf
Kadi llamó igualmente a los políticos y al pueblo
iraquí a trabajar honradamente para salvar Irak.
"Sin
este trabajo, Irak se enfrentará a una guerra civil y los
civiles serán víctimas de una tragedia de derechos
humanos sin precedentes", afirmó Achraf Kadi.
El
representante de la ONU en Irak insistió que "para
evitar esta situación hay que iniciar un diálogo
nacional sincero que solvente los principales problemas políticos
de Irak y consiga un consenso nacional, capaz de apoyar las políticas
y las medidas que impiden a los extremistas la destrucción
de Irak".
El
llamamiento del emisario de la ONU se produce después de
la reunión del Consejo Político de la Seguridad
Nacional, la máxima autoridad ejecutiva de Irak que integran
entre otros al presidente de la República, al primer ministro
y a los presidentes del Kurdistán y el parlamento iraquíes.
El
presidente de la República, Yalal Talabani, calificó
el contenido de la reunión de positivo.
Las
conversaciones del consejo se centraron sobre el análisis
del deterioro de la seguridad en la capital iraquí y en
algunas provincias de Bagdad y sobre las medidas para devolver
la estabilidad al país. EFE