Los
dos mandatarios analizaron el conflicto iraquí un día
después de que el llamado "Grupo de Estudio sobre
Irak", una comisión bipartidista independiente de
EEUU, divulgara su informe de recomendaciones para encauzar la
guerra, en el que alerta de que la situación es grave y
se está deteriorando.
Bush
se mostró de acuerdo en que "la situación está
mal en Irak" y en que "necesitamos un nuevo enfoque".
Precisamente
por ello, dijo, le ha encargado al Pentágono que haga su
propio análisis sobre la guerra y los posibles pasos a
seguir, algo que también efectúa el Departamento
de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.
Una
vez cuente con los resultados de todos esos análisis los
estudiará, junto con las recomendaciones de la comisión
bipartidista, tomará las decisiones que considere oportunas
y -según ha dado a entender- las anunciará en un
discurso convocado específicamente para ello.
De
momento, Bush y Blair no aclararon mucho en torno a cuál
puede ser el nuevo rumbo que están de acuerdo en trazar.
Pero
dejaron claro que no seguirán al pie de la letra las 79
recomendaciones de la comisión encabezada por el ex secretario
de Estado de EEUU James Baker y el ex congresista demócrata
Lee Hamilton.
Los
dos aliados coinciden en que el informe de dicha comisión
marca "un camino hacia adelante importante" pero, tal
y como aclaró Bush, "no creo que Jim Baker y Lee Hamilton
esperen que aceptemos todas sus recomendaciones".
El
gobernante dio a entender que está totalmente de acuerdo
con una de ellas, la que plantea que resolver el conflicto iraquí
está vinculado a una solución de la crisis árabe-israelí.
Sin
embargo, hay otra que no parece dispuesto a aceptar, tal y como
dijo en innumerables ocasiones, la que propone abrir un diálogo
directo con países de la región, como Irán
y Siria, para involucrarlos en una salida a la ola de violencia
en el país árabe.
"Si
Siria e Irán no están comprometidos con el éxito
en Irak, no deben molestarse ni en presentarse (en un eventual
proceso de negociaciones)", dijo el presidente.
Además,
dijo, "los países que participen en esas conversaciones
no deben financiar el terrorismo, deben ayudar a una joven democracia
a sobrevivir".
El
gobernante británico, quien siempre defendió la
implicación de otros países en la búsqueda
de soluciones para Irak, reconoció hoy que Irán
plantea problemas porque "ha estado armando, apoyando y financiando
el terrorismo".
Ambos
coinciden también en que el gobierno iraquí liderado
por el primer ministro Nuri Al-Maliki, debe seguir contando con
todo el apoyo posible para poder lograr su objetivo de dirigir
un país democrático, que pueda defenderse y que
sea un aliado fuerte contra el terror.
Según
Blair, "ahora es importante que nos concentremos en los elementos
que hay que cambiar para garantizar el éxito (en Irak)
porque las consecuencias de un fracaso son graves".
Los
dos pusieron de manifiesto que el éxito del conflicto iraquí
depende del éxito de una batalla mucho más amplia,
la de los moderados y los defensores de la libertad contra los
extremistas y los partidarios del sectarismo en todo Oriente Medio.
"El
primer ministro Blair y yo sabemos que tenemos la responsabilidad
de liderar y apoyar a los moderados y reformistas que trabajan
por un cambio en el gran Oriente Medio", aseguró Bush.
Reconoció
también que es un momento difícil para EEUU y el
Reino Unido, pero aseguró que su alianza no va a debilitarse
por muy complicado que sea el reto que tienen por delante. EFE