Según
el informe, "el ciclo de la discriminación comienza
en la niñez. Por lo tanto, alcanzar la igualdad de género
implica asegurar que los niños y niñas reciban una
educación de calidad libre de estereotipos y desarrollen
las mismas capacidades para exigir sus derechos y participar en
los procesos de toma de decisión".
Para
Unicef, es urgente que los países latinoamericanos avancen
en garantizar igualdad en tres ámbitos fundamentales: el
hogar, el lugar del trabajo y la esfera política.
En
el hogar las mujeres tienen una situación de clara desventaja
frente a los hombres a pesar de que se estima que más del
30 por ciento de los hogares de la región están
encabezados por mujeres.
Sin
embargo, las mujeres latinoamericanas enfrentan una dependencia
económica de los varones, pues, según cifras del
informe, un 43 por ciento de las mujeres mayores de 15 años
no tienen ingresos propios, frente a un 22 por ciento de hombres
de la misma edad.
La
violencia intrafamiliar es otro de los mayores problemas de la
región, donde se estima que entre el 10 y 36 por ciento
de las mujeres han sido víctimas de este tipo de agresión.
Además,
la violencia en el hogar es la causa de la muerte de unos 80.000
niños cada año y se calcula que unos seis millones
son víctimas de violencia en la familia en algún
momento.
Nils
Kastberg, director regional de Unicef, subrayó que "cumpliendo
con los derechos de la mujer y su autonomía hacemos realidad
los derechos humanos de la infancia en la región".
Por
esta razón, resalta el informe, es indispensable que los
países latinoamericanos impulsen cambios en sus mercados
laborales, pues las mujeres trabajadoras "reciben sólo
el 69 por ciento del ingreso que ganan los hombres y están
empleadas en puestos de trabajo con seguridad y beneficios sociales
mucho más precarios".
En
muchos países, la mayoría de las mujeres que trabajan
en un sector que no sea la agricultura lo hacen en el sector informal:
67 por ciento en Honduras, 64 por ciento en Colombia, 62 por ciento
en Ecuador y Perú, y el 57 por ciento en Venezuela.
Para
avanzar en el tema de equidad, Unicef propone a los gobiernos
tomar acciones inmediatas en educación, inversión
social, legislación y aprobación de cuotas de mujeres
en espacios políticos, pues la participación de
las mujeres en puestos de decisión es muy escasa.
Por
ejemplo, entre 1998 y 2002, las mujeres representaban sólo
un 5,3 por ciento de los alcaldes de 15.828 municipios latinoamericanos.
"Las
disparidades entre países de la región son notables:
en Chile, Costa Rica y Panamá, los porcentajes de mujeres
alcaldes son 11,4, 12,3 y 14,8 por ciento respectivamente; en
Ecuador y Guatemala, los porcentajes son de un 2,3 y un 0,9 por
ciento", señala el informe.
La
igualdad de género produce un "doble dividendo"
que beneficia tanto a la mujer como a la infancia, y es decisiva
para la salud y el desarrollo de las familias, las comunidades
y los países, concluye el estudio. EFE