Desde
hace un par de semanas el presidente estadounidense, George W.
Bush, se encuentra recabando información y reuniéndose
con expertos y distintos departamentos del Gobierno para obtener
datos precisos para hacer un cambio de rumbo en Irak.
En
este sentido, el diario "The Washington Post" señaló
hoy en su portada que los jefes de Estado Mayor Conjunto discrepan
con la idea que baraja la Casa Blanca de enviar entre 15.000 y
30.000 soldados adicionales a Irak para un período de entre
seis y ocho meses.
Los
altos mandos militares se oponen a la medida, según el
diario, porque consideran que acarrearía más problemas
tras la finalización de la misión.
En
la conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca, Snow recalcó
que sólo se trata de una posibilidad, incluida en el informe
del Grupo de Estudio sobre Irak, y que está en fase de
estudio.
"Creo
que hay personas que están intentando crear un enfrentamiento
donde no lo hay", subrayó Snow, quien categóricamente
indicó que el tono de la información del "Post"
es "erróneo".
El
presidente Bush siempre ha reiterado que el nivel de tropas estará
condicionado por lo que le indiquen los militares que se encuentran
sobre el terreno.
Ayer,
lunes, el Pentágono informó de que los ataques contra
las tropas estadounidenses, las fuerzas de seguridad y los civiles
iraquíes aumentaron bruscamente durante los últimos
tres meses en comparación con el trimestre anterior.
El
Pentágono indicó que desde mediados de agosto a
mediados de noviembre, la cifra media semanal de ataques aumentó
un 22 por ciento en comparación con los tres meses anteriores.
También
señaló que se ha registrado un aumento de las bajas
civiles como consecuencia directa de la mayor participación
de escuadrones de la muerte sectarios que reciben ayuda de elementos
dentro de las fuerzas iraquíes.
En
este sentido, los defensores de enviar más tropas sostienen
que la situación que el propio Pentágono describe
refleja la necesidad de aumentar las dotaciones por un breve período
de tiempo.
El
ex secretario de Estado Colin Powell, subrayó este domingo
que la "suma de 10.000 ó 20.000 soldados en Irak no
supondrá una gran diferencia durante mucho tiempo".
"La
victoria, como quiera que se la defina, está en manos de
los iraquíes, del Gobierno de Irak", indicó.
En
este sentido, la senadora demócrata Hillary Clinton dijo
este lunes que no es partidaria del aumento de tropas, "salvo
que forme parte de un plan mayor".
También
opinó al respecto el que será el próximo
líder demócrata en el Senado, Harry Reid, quien
defendió la idea de incrementar el número de soldados
por un período limitado de tiempo.
"Si
los comandantes sobre el terreno creen que es por un período
breve de tiempo, lo apoyamos", dijo Reid, quien especificó
que un período de entre 18 y 24 meses sería excesivo.
EFE