Benedicto
XVI hizo estas reflexiones durante el rezo del Ángelus, con motivo
de la festividad de San Esteban, al que la Iglesia Católica considera
el primer mártir cristiano.
"Toda la Iglesia admira el ejemplo" de esos católicos
y reza para que "tengan la fuerza de perseverar", a sabiendas
de que "sus tribulaciones son fuente de victoria, aunque en el
momento pueden parecer un fracaso", señaló el Papa.
Además, confío a la Virgen María a "todos
los que son perseguidos y sufren, de diversas maneras, por dar testimonio
y servir al Evangelio".
El Papa dijo que el recuerdo a San Esteban, diácono y primer
mártir, después de la fiesta de Navidad puede asombrar,
a primera vista, por el contraste entre "la paz y la alegría
de Belén y el drama de Esteban, lapidado en Jerusalén
en la primera persecución contra la Iglesia naciente".
Sin embargo, indicó que el Niño Jesús, "que
nace en la gruta" es quien "salvará a la humanidad"
con su muerte "en la cruz".
Durante su tradicional saludo en lengua española, Benedicto XVI
dijo a los peregrinos: "Cristo el Señor que nació
por nosotros (en el tiempo de Navidad), nos aliente a ser testigos de
esperanza de amor y de la paz". EFE