"Marcos"
y otros miembros del estado mayor del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN), incluidas varias jefas guerrilleras,
participaron en la madrugada en un desfile militar en la remota
aldea de Oventic, en las selvas de Chiapas, bastión de los
insurgentes.
Los
zapatistas dicen luchar en favor de los indígenas empobrecidos
de Chiapas y otras regiones de México.
"Marcos",
quien hacía seis años no participaba en la parada
militar, se refirió hoy a la historia del EZLN, pero no formuló
declaraciones sobre la situación actual de los indígenas
ni las perspectivas de su grupo.
El
jefe guerrillero probablemente se refiera a esos asuntos este martes,
cuando concluya en Oventic el I Encuentro de los Pueblos Zapatistas
y los Pueblos del Mundo, según fuentes del movimiento insurgente.
Tal
encuentro reúne desde el pasado sábado a una treintena
de delegaciones de activistas de América Latina y Europa,
varios de los cuales dijeron a la prensa que siguen vigentes los
motivos del alzamiento de hace trece años.
El
mismo día en que se produjo el alzamiento de los zapatistas
en Chiapas, el entonces presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari
(1988-94), anunciaba la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN), integrado por México,
EEUU y Canadá.
Salinas
pretendía con el TLCAN catapultar a México al primer
mundo, según los comentaristas.
El
levantamiento del 1 de enero de 1994 produjo choques armados con
los militares durante diez días y dejaron varios muertos,
aunque después el Gobierno de Salinas decretó un alto
al fuego unilateral y desde entonces no ha habido enfrentamientos.
Ese
día, cuando cientos de combatientes del EZLN se tomaron por
asalto ocho ciudades de Chiapas, incluida la colonial San Cristóbal
de las Casas, y le declararon la guerra al Gobierno y al Ejército
mexicanos.
En
1995, el Congreso mexicano aprobó una ley para el diálogo
de paz en Chiapas con lo que se "congelaron" las órdenes
de arresto contra los jefes guerrilleros, pero el EZLN se retiró
de la mesa de conversaciones en 1996 y acusó al Ejecutivo
y al Legislativo de no querer solucionar "de fondo" la
problemática de los nativos.
No
obstante, las autoridades mexicanas consideran que el diálogo
con ese grupo está "suspendido" y no "roto".
El
pasado viernes, el Gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón,
expresó su deseo de "mantener la comunicación"
para un posible acuerdo de paz con el EZLN. EFE |