Bush critica ejecuciones de Sadam y sus colaboradores
    

16 de enero de 2007

Washington - El presidente de EEUU, George W. Bush, criticó hoy la forma en que se llevaron a cabo las ejecuciones de Sadam Husein y de sus colaboradores, y aseguró que son una muestra más de que el Gobierno iraquí "todavía tiene que madurar".

En una entrevista a la cadena de televisión estadounidense PBS, que será retransmitida esta noche y de la que ya se han dado a conocer extractos, el mandatario dijo que el ahorcamiento del ex dictador iraquí le había parecido "un asesinato por venganza" que envía un mensaje muy confuso a los ciudadanos.

Tras declararse "decepcionado" por la forma en que se desarrollaron las ejecuciones, particularmente la del ex dictador iraquí, Bush indicó que había transmitido su malestar al primer ministro iraquí, Nuri Al-Maliki.

Admitió además que lo ocurrido le dificulta la labor de explicar a los estadounidenses que el Gobierno iraquí al que ayuda EEUU "quiere la unidad del país y avanzar hacia adelante".

A su juicio, lo que muestran las ejecuciones de Husein, de su hermanastro y ex jefe de los servicios secretos iraquíes, Barzan al Tikriti, y del antiguo presidente del Tribunal Revolucionario, Awad al Bandar, es que "es un Gobierno que todavía tiene que madurar".

La muerte de Husein fue grabada por un teléfono móvil y difundida en varias televisiones árabes, que mostraron imágenes en las que podía verse al ex dictador acompañado de verdugos encapuchados que lo dirigen hacia la horca, mientras se escuchan voces a favor del clérigo chií Muqtada al Sadr y de su padre, Baqer al Sadr, asesinado durante el régimen de Sadam.

Además, se escuchaba una voz que decía: Sadam "vete al infierno" y la reacción de enfado del ex presidente cuando respondía: "al infierno...al infierno", "ésta es la horca de la desgracia".

Bush criticó lo ocurrido en una entrevista en la que volvió a defender la nueva estrategia para Irak que presentó la semana pasada y que ha generado una fuerte oposición entre la nueva mayoría demócrata del Congreso y entre los ciudadanos, muy críticos especialmente con su propuesta de reforzar las tropas desplegadas en territorio iraquí.

Las últimas encuestas de opinión revelan que la mayoría de los estadounidenses están en contra de esa propuestas y, en general, de la política del presidente en relación con el conflicto en Irak.

Bush admitió que es así y llegó a decir incluso que, si le preguntaran su opinión sobre Irak, "sería uno de los que dicen: no, no apruebo lo que está pasando".

Aunque se declaró "frustrado" por la falta de progresos, el presidente argumentó que había que cambiar de estrategia porque, en su opinión, mantener la política actual llevaría al fracaso, y optar por la retirada también tendría las mismas consecuencias pero de forma mucho más rápida.

Bush reconoció que la situación en Irak parecía esperanzadora hace un año, cuando creyó que se estaba logrando el objetivo de crear la situación para que el país pudiese "gobernarse, mantenerse y defenderse".

Sin embargo, "no hay duda de que 2006 fue un año pésimo para Irak", admitió. EFE

 

 
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