Los
vientos que sobrepasaron los 160 kilómetros por hora en
el Reino Unido causaron 10 muertos, uno de ellos un niño
de dos años, la mayoría de las víctimas por
la caída de árboles y muros.
Las
estaciones de tren fueron clausuradas y la autopista M-25 que
rodea Londres, la más transitada de Europa, estuvo cortada
en varios kilómetros ya que las ráfagas de viento
hicieron volcar a tres camiones.
Una
fuerte tempestad fue la causa de que un carguero británico
de 275 metros de eslora quedara a la deriva y con riesgo de hundimiento
en el Atlántico a unos 100 kilómetros al norte de
la isla francesa de Ouessant (oeste), frente a las costas de Bretaña,
aunque sus 26 tripulantes fueron rescatados.
En
Alemania, murieron ocho personas, una de ellas, un bebé
de 18 meses, que falleció por el impacto de una ventana
que arrancó el viento, informaron las autoridades locales,
además de varios fallecidos en accidentes de tráfico.
Los
vientos en el país, que alcanzaron los 150 kilómetros
por hora, obligaron a suspender el servicio ferroviario en una
situación de la que "no existen precedentes"
según el portavoz de la compañía Deutsche
Bahn.
El
temporal ha causado inundaciones y se han cancelado decenas de
vuelos, el Servicio de Meteorología Alemán (DWD)
ha declarado el estado de máxima alerta en las zonas montañosas
del centro y en el sur y, según los expertos, el temporal
afectará a todo el norte de Alemania en las próximas
horas, por lo que las autoridades han aconsejado a los ciudadanos
que permanezcan en sus casas.
Esta
misma recomendación hicieron las autoridades holandesas,
donde ya se han registrado cuatro muertos, entre ellos un niño
que circulaba en bicicleta en la provincia sureña de Brabante,
al que el viento desvió de su trayectoria y fue atropellado
por un automóvil.
Hasta
ahora, ha habido unos 150 accidentes en las autopistas holandesas
y las ráfagas de viento han alcanzado los 120 kilómetros
por hora.
En
Francia, donde el norte y el este son las zonas más afectadas
con vientos que alcanzaron los 180 kilómetros por hora,
dos personas perdieron la vida, una al ser aplastada por un poste
eléctrico que cayó sobre el vehículo en el
que viajaba y otra al chocar su automóvil contra un camión.
En
Bélgica, con rachas de viento de hasta 120 kilómetros
por hora, ya se han registrado dos muertos, y otros tres en la
República Checa.
Las
autoridades suizas pidieron precaución ante los fuertes
vientos que empiezan a azotar el país que podrían
llegar a 130 kilómetros en las próximas horas.
Además,
en las cumbres de los Alpes austríacos el viento ha alcanzado
los 170 kilómetros y las autoridades han advertido a los
esquiadores de que abandonen las estaciones.
La
segunda ciudad rusa, San Pestersburgo, sufrió la tercera
inundación de la semana, después de que los niveles
del río Neva superaron en 171 centímetros los índices
normales, lo que convirtió en intransitables varias calles
del centro.
Las
autoridades han declarado alertas de tormenta en el oeste y sur
de la parte europea de Rusia, y en el enclave de Kaliningrado,
limítrofe con Polonia y Lituania, se temen desbordamientos
de ríos.
La
mala climatología ha obligado a cancelar cientos de vuelos
en aeropuertos internacionales como el londinense de Heathrow,
Manchester (Reino Unido), el alemán de Fráncfort
del Meno, los suizos de Zúrich, Basilea y Ginebra y los
belgas de Bruselas y Amberes.
También
se han cancelado servicios de ferry en Gran Bretaña, Irlanda,
Francia, Bélgica, Holanda y Finlandia.
La
circulación de los trenes Eurostar y Thalys entre Londres,
Bruselas y París, fue suspendida después de que
el viento arrancase una catenaria en Hondeghem, en el norte de
Francia. EFE