Tegucigalpa
- El gobierno logró conjurar el retiro de los testigos
de honor del proceso de licitación de combustibles, después
de presentarle sus argumentos sobre la presencia del político
Arturo Corrales Álvarez en las
negociaciones con las transnacionales del petróleo
que se celebraron el jueves anterior en El Salvador.
Fuentes oficiales, vinculadas al grupo de testigos, confiaron
el mediodía del viernes que éstos habían
tomado la decisión
de renunciar a esa instancia de seguimiento, molestos
por la incorporación inconsulta de Corrales Álvarez
a las conversaciones con las importadoras de carburantes.
Pero el malestar mayor obedecía al hecho que el gobierno
los marginó prácticamente de las reuniones que el
presidente Manuel Zelaya sostuvo con el embajador de Estados Unidos
Charles Ford y la que algunos de sus funcionarios mantuvieron
con las importadoras en la vecina república de El Salvador.
Esta situación motivó una reunión de urgencia
de los testigos en un hotel de la capital, en la que acordaron
increpar al gobierno por la falta de transparencia y aparentemente
concertaron su renuncia oficial ante el gobernante hondureño.
A su retorno de El Salvador, este mismo viernes, el asesor presidencial
Enrique Flores Lanza, por instrucciones del presidente Manuel
Zelaya Rosales convocó de urgencia al grupo, tras enterarse
de su malestar e intención de retirarse del proceso de
seguimiento de la licitación.
En
una acalorada reunión, los testigos increparon al
asesor presidencial de haber incorporado al dirigente político
Arturo Corrales, cuando éste ha sido uno de los principales
opositores a la licitación de carburantes y un férreo
defensor de las transnacionales que operan en el país.
La
discusión alcanzó tal nivel que en cierto
momento la periodista Roxana Guevara se retiró de
la reunión evidentemente molesta y contrariada.
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Arturo
Corrales Álvarez. |
Fuentes
de Proceso Digital confiaron que Guevara
fue una de las notables que más insistió en la renuncia
del grupo por la falta de transparencia de parte de los funcionarios
del Poder Ejecutivo.
Al cabo de la reunión, la coordinadora de la Coalición
Patriótica, Juliette Handal de Castillo confirmó
que el grupo había adoptado la decisión de continuar
apoyando al gobierno en todo el proceso, no obstante, pidió
el retiro de Corrales Álvarez de las conversaciones con
las petroleras.
Handal criticó el hecho que Corrales Álvarez ha
sido uno de los principales opositores a la licitación
de combustibles, pero ahora aparezca como mediador entre las empresas
y el gobierno de la República.
Admitió que Conoco Phillips, adjudicataria de la licitación,
ha mandado mensajes al gobierno en el sentido de que podría
retirarse del proceso sino se define la situación de los
tanques de almacenamiento, que es una de las condiciones para
firmar el contrato de aprovisionamiento con la actual administración.
Por su parte, el representante de la iglesia católica,
Rafael Alvarado, confirmó a los periodistas que hubo una
intención del grupo de garantes de renunciar, pero que
a última hora determinaron seguir acompañando al
Presidente en el proceso, tras escuchar las explicaciones del
asesor presidencial.
Enrique
Flores Lanza. |
Presencia
incomodaba
El ministro asesor, Enrique Flores Lanza, se congratuló
de la decisión de los garantes de acompañar
el proceso de licitación hasta el final y arguyó
que todo este impasse era un ejercicio de poder ciudadano.
“El proceso y nuestra relación con los testigos
de honor va caminando muy bien”, dijo.
Apuntó
que la reunión con las transnacionales en El Salvador
fue coordinada desde dos días antes de celebrarse
y argumentó que no se invitó a ninguno de
los testigos porque la salida fue a las seis de la mañana
del mismo día y no hubo tiempo de avisarles para
que lo acompañaran. |
No obstante, Flores Lanza entró en contradicciones al mencionar
que no se invitó al consultor Robert Meyering porque éste
siempre ha sido cuestionado por las transnacionales y hubiera
sido incomodo que él o cualquiera de los notables estuviera
en las conversaciones.
“Era un poco incómodo que tanto Meyering, que fue
cuestionado por las compañías, como los testigos
de honor estuvieran presentes en la reunión”, afirmó.
Sobre la reunión con las importadoras y la presencia de
Arturo Corrales en las conversaciones con sus representantes,
dijo que “el gobierno tiene que hacer de buen padre y tiene
que escuchar no solo a los nacionales, sino que a los hijos adoptados
y extranjeros, a todas las personas que tienen intereses y participación
en la vida nacional”.
Finalmente, manifestó que en la reunión Corrales
Álvarez sirvió como un mediador entre las transnacionales
y el gobierno, pero fue a petición de los representantes
de las empresas y no del Poder Ejecutivo. “fue una reunión
de acercamiento y no de negociación”, aseguró.