“Pareciese
que ya estamos en un lecho de rosas, que no necesitamos trabajar
porque los fondos están viniendo por camionadas masivas de
dólares”, comentó.
Pidió recordar que a pesar de la condonación “el
pueblo siempre va a tener que pagar sus impuestos, se va a tener
que recoger el dinero (…) nosotros siempre tenemos que cobrarle
la deuda al país y al pueblo y después los proyectos
se orientan a los grupos vulnerables”.
Explicó, que “esta no es una condonación para
el Gobierno, no es que me están sobrando los 1.150 a 1.200
millones de dólares que se están condonando (…),
no es que nos condonan 1.400 millones este año, sino que
nos condonan lo que Honduras pagaba anualmente de esa deuda durante
los próximos 20 o 30 años”.
“O sea que si nos tocaba pagar 40 millones de dólares
al BID después que termine el proceso, en vez de pagarle
al Banco lo orientamos a proyectos de inversión en educación,
salud, agua potable, grupos vulnerables…”, explicó.
Por esa razón, señaló, en este caso “a
mi me gusta ser racionalmente objetivo en estos análisis,
uno para no despertar expectativas falsas, dos, para no mentir,
y tres, para no crear problemas sociales, que la gente crea que
ya vencimos la pobreza, que ahora estamos flotando en procesos de
condonación”.
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