Producción en la maquila provoca nuevo patrón de morbilidad
    

24 de enero de 2007

Tegucigalpa - Un organismo de mujeres de Honduras denunció hoy que la producción en la maquila (ensambladora) "está provocando un nuevo patrón de morbilidad en la población trabajadora, en especial en las mujeres".


Para frenar ese problema, la Colectiva de Mujeres Hondureñas (Codemuh) expresó hoy que es necesario cambiar las regulaciones laborales, especialmente lo relacionado con los problemas de salud laboral provocados por la maquila.

La situación laboral en la industria ensambladora la recoge un informe de la Codemuh titulado "Trabajo y salud Situación de las obreras de la maquila en Honduras", que fue presentado hoy en un hotel de Tegucigalpa.

A la presentación asistieron representantes de organismos de derechos humanos y de la empresa privada, entre otros invitados.

El informe se divide en tres capítulos con investigaciones sobre salud ocupacional en el país, con una caracterización general de las obreras y sus condiciones laborales, una evaluación médica a trabajadoras de la maquila en Honduras y condiciones de trabajo, estrés y daños a la salud de la trabajadoras.

La investigación sobre salud ocupacional señala que la mayoría de las trabajadoras de la maquila son jóvenes que no superan los 28 años, o bien, el 90 por ciento es menor de 33, mientras que sólo el 1 por ciento es mayor de 43.

Añade que con el paso de los años, tras un uso intensivo de su capacidad de trabajo en condiciones que constituyen un riesgo para la salud y calidad de vida, las trabajadoras son despedidas de la maquila y ya no vuelven a ser contratadas.

Un abogado ligado a la empresa privada, que participó en la presentación del informe, comentó a Acan-Efe que "lamentablemente es cierto casi todo lo que señala la investigación" del Codemuh.

En lo que respecta a la educación entre las trabajadoras de la maquila, la investigación resalta que el 1 por ciento es analfabeta, pero el nivel de escolaridad es bajo, ya que el 16 por ciento cuenta con una primara incompleta y el 52,6 por ciento tiene primaria incompleta, y el 21,8 por ciento no concluyó la secundaria.

El salario de las obreras, al menos las ubicadas en las áreas de confección y empaque, que representan un 83,6 por ciento de las obreras, oscila entre los 2.000 y 6.000 lempiras al mes (entre 105 y 315 dólares).

La mayoría de las mujeres de la maquila, sector que anualmente le genera al Estado más de 1.000 millones de dólares, trabajan 10 horas diarias, aunque la ley establece que la jornada es de ocho.

A la explotación laboral se suman otros problemas como controles rigurosos de tiempo para comer, lo que deben hacer en un tiempo máximo de 35 minutos, presión de trabajo, amenazas de despido y malos tratos y hostigamiento sexual por parte de algunos jefes.

Algunos de los patrones incluso controlan las veces que las mujeres van al baño, indicó Zoila Argentina Madrid, asesora metodológica del Codemuh.

En materia de salud, son comunes entre las trabajadoras enfermedades respiratorias, dermatitis, hipertensión arterial, infecciones vía urinaria y de tipo muscular, entre otras.

Diariamente, las manos de cada obrera de la maquila confeccionan unas 6.000 piezas, según la investigación, que además señala, entre otros riesgos de los medios de trabajo la temperatura ambiente, ruido, humedad e iluminación.

Entre los riesgos derivados de los objetos de trabajo figuran el contacto con sustancias, exigencias de la actividad física, posturas inadecuadas, movimiento repetitivo, trabajo por metas y supervisión estricta, añade la investigación. EFE