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Diputada de la UD “aplaza” a la administración
liberal.
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PINU-SD pide al presidente que “Gobierne con responsabilidad”
y “defina un rumbo claro del destino de la nación”.
Tegucigalpa
– Dirigentes del izquierdista Partido Unificación Democrática
(UD, de izquierda) y el Partido Innovación y Unidad Social
Demócrata (PINU-SD) no ven los logros que el presidente,
Manuel Zelaya, dice haber tenido en su primer año de gestión.
En su análisis, la diputada y ex presidenta de la UD , Doris
Gutiérrez, calificó con un cuatro (en la escala de
1 al 10) la gestión de Zelaya, en tanto el PINU-SD señaló
en un comunicado que el actual ha sido un Gobierno caracterizado
en su primer año “por el desorden y la inestabilidad
social”.
Las posiciones de los dos partidos es totalmente opuesta a la expresada
por el presidente Zelaya y sus colaboradores, quienes no se cansan
de expresar su satisfacción por la gestión pública
realizada hasta ahora.
El sector oficial resalta, entre sus logros, el bajo índice
de inflación registrado en 2006 (de 5,3 por ciento), la reducción
del déficit fiscal a un 1 por ciento del Producto Interno
Bruto (PIB) y la condenación de al menos 1.000 millones de
dólares de la deuda de Honduras con el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), entre otros.
Las fuentes oficiales tienen entre sus éxitos el promocionado,
cuestionado e inconcluso proceso de licitación, y la reducción
del precio de los combustibles en ocho lempiras.
En el campo educativo se muestran satisfecho por el éxito
del programa de matricula gratis y en el área tributaria
por el incremento de la recaudación fiscal en un 16,4 por
ciento.
En su informe anual al Congreso Nacional, el presidente Zelaya dijo
estar muy satisfecho porque su Gobierno logró reducir en
un 3,9 por ciento las tasas de pobreza en el país.
Macroeconomía no favorece a pobres
Gutiérrez dijo a Proceso.hn reconocer que el actual Gobierno
se anotó algunos logros en el campo económico, pero,
señaló, que esto de muy poco sirve porque los beneficios
“no han llegado a las grandes mayorías de la población
y la prueba está en que el nivel de pobreza de nuestro pueblo
continúa en ascenso”.
Consideró que el crecimiento macroeconómico reportado
“se ha quedado para dar una respuesta a los organismos financieros
internacionales, pero poco o nada ha llegado a las bases de nuestro
pueblo”.
Aplazado en agenda social
La congresista dijo que la actual administración tampoco
ha hecho mucho en el aspecto educativo.
“En relación a lo de la matricula gratis podemos decir
que se ha beneficiado en cierto nivel a los niños que están
en las escuelas públicas”, pero, indicó, “la
calidad de la educación sigue siendo muy deficiente”.
Citó que “en las escuelas no hay condiciones mínimas
para que los niños puedan tener una educación de calidad,
hay por lo menos un 40 o 50 por ciento de escuelas uní docentes,
o sea un maestro atendiendo hasta cinco grados, con una cobertura
de educación prebásica bajísima, a penas del
40 por ciento”.
En este campo, dijo, “continuamos con altos índices
de analfabetismo, sobre todo entre las mujeres del área rural,
donde hay entre un 60 y un 80 por ciento de analfabetas y tenemos
un millón de jóvenes fuera de los colegios de educación
media, lo que nos indica que tenemos un millón de jóvenes
sin hacer nada y que son la base para la formación de maras
u otros grupos y eso es preocupante para nosotros”.
La
congresista dijo que los problemas de la actual administración
también son evidentes en el área de la salud.
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“No hay medicinas en los hospitales, la corrupción
salpicó esta área fuertemente con la famosa
licitación de medicinas, la forma terrible como se
dilapidan los dineros del pueblo comprando medicamentos que
después se dejan vencer y se destruyen, o comprando
medicamentos a empresas que no están solventes con
el Estado”, apuntó.
Dijo que la administración liberal tampoco cuenta con
políticas claras en el campo de la vivienda y que la
salida del ministro asesor de vivienda (Héctor Briceño)
“es una muestra de que no se estaba haciendo nada en
este campo”. |
“En
la parte de la canasta básica hemos establecido comparaciones
entre los precios de los productos básicos de cuando entró
el presidente y ahora, y no ha habido ninguna rebaja”, añadió.
Sostuvo que según esos análisis “algunos precios
han aumentado y son muy pocos los que han bajado de precios”,
lo que en su opinión refleja que el Gobierno “no tiene
aún definida una política de cómo propiciarle
a la gente pobre que pueda obtener lo mínimo para alimentar
siquiera a su familia”.
Gutiérrez también consideró que la administración
Zelaya tiene una gran deuda con su pueblo en el campo de la seguridad,
ya que hoy en día “todos los hondureños hemos
sentido que ahora las condiciones de inseguridad son mucho mas grave
de lo que estaban hace un año”.
Tras su análisis, la congresista concluyó que el presidente
Zelaya no ha cumplido la mayoría de sus promesas de campaña,
“solo un poco en lo relativo al combustible”.
“La licitación es algo que positivo que debemos de
valorar, tenemos que decir que el Gobierno ha hecho un esfuerzo,
quizás concentrado todos sus esfuerzos en este asunto de
los combustibles”, manifestó.
La congresista consideró que Zelaya debe definir con claridad
al menos cinco metas de trabajo para revertir los problemas señalados.
“Esas metas deben girar alrededor de los siguientes temas.
Que el pueblo trabaje, empleo; que el pueblo coma, o sea control
de los productos de la canasta básica, estimular la producción
del campo para tener siquiera la comida básica; tercero,
la educación; cuarto, la salud, y quinto, la seguridad. Cinco
metas claras”, afirmó.
Gobierno del desorden: Pinu
En un comunicado, el PINU-SD dijo que el primer año de la
administración Zelaya se vio caracterizada “por el
desorden y la inestabilidad social reflejada por tantas manifestaciones
de grupos sociales inconformes”.
Cuestionó la “intolerancia” del Gobierno ante
las ejecuciones de jóvenes y denunció que en el país
se vive “un proceso de militarización de la seguridad”,
lo que representa “un franco retroceso y amenaza del poder
civil que tanto sacrificio le ha costado al pueblo hondureño”.
Apuntó que en el aspecto educativo hubo “un deficiente
año escolar donde las y los estudiantes no recibieron la
educación correspondiente por las huelgas y un gobierno incapaz
de exigir el cumplimiento de las responsabilidades”.
Consideró que existe un caos en el sistema de salud salpicado
por escándalos de corrupción, desabastecimiento de
medicamentos y un deplorable estado de las instalaciones
“Hay una carencia de una política integral de generación
de empleo digno y el Gobierno todavía no posee una política
de vivienda social”, cuestionó.
El PINU-SD hizo un llamado al presidente para que “Gobierne
con responsabilidad, ajustado a los intereses del pueblo y defina
un rumbo claro del destino de la nación”.
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