Tegucigalpa
- Impulsado al poder por ofrecer una rebaja de 10 lempiras al galón
de gasolina, el presidente Manuel Zelaya Rosales cumple su primer
año de gobierno "enredado" en el tema de los combustibles
y sin poder articular con ello una salida a su política económica.
El mandatario dilapidó el
25 por ciento del tiempo que tiene para ejercer el poder, y cientos
de millones de lempiras en mantener un precio artificial fijo de
los carburantes en el2006, mientras elaboraba su política
energética sin que se vea una luz al final del túnel.
"Improvisación"
fue la definición que utilizó Olban Valladares para
definir la administración del presidente Zelaya, en una reciente
intervención en la Cadena Radial Voces, algo que es compartido
por varios analistas y empresarios hondureños.
Y es que el mandatario y su equipo
no han sido capaces de buscar una salida rápida al tema de
la compra de carburantes para reducir los precios al consumidor
final.
De hecho los empresarios se muestran
inquietos porque las medidas anunciadas han dejado el mensaje de
intervención estatal, no respeto a los contratos internacionales
y que las empresas extranjeras no son bien vistas en el país.
Energía
El gobierno ha acudido al político democristiano Arturo Corrales
para que le busque una salida al enredo de los combustibles y sacudirse
la tutela que ha tenido Juliette Handal y la Coalición Patriótica
, quienes se han transformado en incómodos socios gubernamentales.
|
Corrales
ha comenzado a publicitar la "Formula Mel", que
significaría que la solución a la parálisis
en el tema de la licitación es que el gobierno abandone
la negociación con la empresa Conoco y
que busque un convenio directo con los diversos oferentes
de combustibles para garantizar la baja de los precios con
la modificación de la fórmula o cálculo
utilizado para fijar el precio de los carburantes. |
Eso
permitiría al mandatario salir de la crisis de los combustibles
sin tener que admitir que la licitación fue un fracaso y
sin tener que pagar los costos políticos ante sus socios
naturales de la Coalición y dejar de tener desencuentros
con Estados Unidos.
Sin dirección
Desvinculado del tema de los combustibles, la administración
Zelaya no ofrece una dirección a los actores económicos
para lograr el crecimiento, y que los beneficios del mismo se derramen
a todos los estratos de Honduras.
No fue capaz de controlar los precios de la canasta básica
que se dieron en los últimos meses, a pesar de que las variables:
valor de la moneda y de los combustibles no sufrieron modificación
el 2006.
El gobierno actuó torpemente
en el caso del cemento, ya que uno de los altos funcionarios anunció
una intervención gubernamental si la empresa francesa Lafarge
incrementaba el valor de la bolsa sin permiso oficial.
Por otro lado, se ha registrado la caída en la actividad
agrícola, menos el café, y en otros rubros, excepto
en telecomunicaciones, electricidad, servicios financieros.
Justamente
el crecimiento de la economía en 2006 en más
del cinco por ciento se ha dado gracias al impulso que dan
las remesas, que el año anterior reportaron un crecimiento
de más del 30 por ciento, al pasar de 1,700 a 2,400
millones de dólares, lo que ha disparado el consumo
interno.
Ello provocó también que las telecomunicaciones,
servicios de telefonía móvil, construcción,
servicios financieros tuvieron alzas grandes y diera lugar
al crecimiento del producto interno bruto.
|
Juliette
Handal |
Pero
fuera de las remesas y los rubros que se benefician de las mismas,
el resto del aparato productivo no ha tenido una reactivación
y se ven signos de decaimiento en la maquila, otrora uno de los
motores de crecimiento, por la competencia de China, así
como por los costos altos en electricidad y transporte.
Las inversiones estatales en infraestructura
se encuentran paralizadas y la ministra de Finanzas, Rebeca Santos,
admitió el año pasado que se dejaron de invertir miles
de millones de lempiras.
Ello ha provocado que los recursos
públicos se destinen exclusivamente a gasto corriente.
Los sectores empresariales esperan
una mejora en el plan económico para el 2007, pero el gobierno
debe dar por cerrado el capítulo de la licitación
de combustibles.
|