El primer
ministro, que en 1997 accedió al poder con la promesa de
una gestión honesta y transparente, fue interpelado como
testigo y no como sospechoso, para "aclarar una serie de puntos
relacionados con la pesquisa", precisó Scotland Yard.
Tanto
la oposición como la prensa británica se preguntan
por qué el interrogatorio del "premier", que se
llevó a cabo en su despacho oficial en el 10 de Downing Street,
se ha conocido casi una semana después de que ocurriera,
a petición de la propia Policía.
Scotland
Yard se ha limitado a afirmar que requirió el embargo por
"razones operativas", mientras que el portavoz oficial
de Blair ha asegurado a los periodistas que diariamente le preguntaban
sobre el tema que ni él mismo sabía que la conversación
se había producido.
El
interrogatorio del primer ministro, que duró menos de una
hora, sucedió un semana después de que fuera detenida
su estrecha colaboradora Ruth Turner, no sólo por supuestos
delitos relacionados con la concesión de títulos,
sino también "bajo sospecha de obstruir el curso de
la justicia".
Por
ese mismo motivo -presunto engaño o omisión de información
a las autoridades-, fue detenido el martes por segunda vez Lord
Levy, amigo personal de Tony Blair y su enviado especial a Oriente
Medio, apodado "lord Cajero automático" por su
habilidad para captar benefactores para el Partido Laborista.
Los
arrestos por este supuesto delito han sembrado la sospecha entre
la oposición de que hubo un encubrimiento a alto nivel para
ocultar detalles sobre el proceso de concesión de títulos.
"¿Está
Downing Street encubriendo algo?", se preguntó Alex
Salmond, líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP),
responsable de la denuncia que motivó esta investigación.
La
cadena de televisión ITV ha denunciado que la oficina del
primer ministro ha hecho desaparecer correos electrónicos
de una red interna en la que sus estrechos colaboradores, incluido
Lord Levy, habrían discutido detalles sobre la concesión
de honores, como el título de lord, a determinadas personas.
Downing
Street ha negado rotundamente la existencia de un sistema informático
paralelo para uso de unos pocos.
Blair,
que ya ha anunciado que este año abandonará la jefatura
del Gobierno, ya fue interrogado sobre el caso de supuesta "venta"
de títulos el pasado 14 de diciembre, aunque, como ahora,
no fue interpelado en calidad de sospechoso ni estuvo acompañado
por un abogado.
Hasta
ahora y además de Levy y Turner, otras dos personas han sido
detenidas y, posteriormente, puestas en libertad: Christopher Evans,
un acaudalado empresario del sector biotecnológico que donó
dinero al partido gubernamental, y el ex asesor del Ejecutivo Des
Smith.
Unas
noventa personas han sido interrogadas por la Policía en
relación con la pesquisa -que se extiende también
a los partidos Conservador y Liberal Demócrata-, entre las
que destaca Blair y varios ministros de su Gabinete.
La
pesquisa policial empezó el pasado marzo, tras una denuncia
del SNP presentada después de que miembros del Partido Laborista
revelasen que la formación recibió casi 20 millones
de euros en préstamos blandos procedentes de doce empresarios
antes de las elecciones generales del 2005.
Algunos
de esos hombres de negocios fueron más tarde designados para
ocupar un escaño en la Cámara de los Lores.
Este
escándalo de financiación irregular podría
obligar a Blair, muy desprestigiado ya por la guerra de Irak, a
acelerar el traspaso de poderes al influyente ministro de Economía
y aspirante a jefe del Gobierno, Gordon Brown, considerado su sucesor
natural. EFE
|