En Mosul,
400 kilómetros al norte de la capital, la medida fue ordenada
por su gobernador, Derid Kachmula, para repeler un asalto lanzado
por grupos armados en varias zonas de la ciudad, indicaron las fuentes,
que no precisaron por cuanto tiempo se mantendrá esta disposición.
Algunos
habitantes de Mosul dijeron a Efe que desde primeras horas de la
mañana escuchan intensos tiroteos, y que tropas norteamericanas
se han apostados en las entradas y salidas de la ciudad, especialmente
en la que conduce a la localidad de Telafar, en el oeste.
"Los
enfrentamientos se desataron cuando tropas y policías iraquíes
repelieron a grupos armados que planeaban asaltar la sede de la
gobernación", precisó a Efe el general de brigada
Motaa al Jazeryi, que dijo desconocer hasta ahora si los tiroteos
han dejado víctimas.
Según
su relato, los combates se extendieron posteriormente a barrios
ubicados al norte, al oeste y el este de la ciudad, por lo que se
recurrió a la ayuda de fuerzas estadounidenses.
Pocas
horas después, las autoridades de Kirkuk impusieron también
el toque de queda tras la ola de atentados con coches bomba que
esta mañana dejó tres muertos y 24 heridos, según
el último recuento de víctimas.
Entretanto,
las autoridades levantaron hoy el toque de queda diurno que impusieron
el jueves pasado en las ciudades santas chiíes de Nayaf y
Kufa, a unos 180 kilómetros al sur de Bagdad.
La
medida seguirá vigente sólo entre el crepúsculo
y el amanecer, según explicaron fuentes de Nayaf.
El
toque de queda fue impuesto en esas dos ciudades después
de la muerte de más de 200 militantes radicales chiíes
en el área de Zarka, el pasado domingo, en enfrentamientos
contra las fuerzas iraquíes, coincidiendo con la festividad
chií de la Achura.
Según
la versión oficial los milicianos pertenecían al hasta
entonces desconocido grupo "Soldados del Cielo", que estaba
planeando lanzar un ataque contra Nayaf, centro de poder del clero
chií y donde reside la máxima autoridad de este credo
en Irak, el ayatolá Ali Sistani. EFE
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