10
de febrero de 2007 Por Dagoberto Rodríguez Proceso Digital |
||
Tegucigalpa
– Al menos unos 30 mil hondureños, de acuerdo a estimaciones
de los organizadores, salieron hoy a las calles para pedir un alto a
la corrupción y la impunidad que azotan a esta nación
centroamericana y que mantienen en la miseria a más del 70 por
ciento de su población. Algunos políticos aprovecharon la oportunidad para tratar de perfilar sus figuras y tratar de transmitir una imagen de honestidad al asistir a la marcha, sin embargo, no tuvieron la trascendencia que esperaban. Fue notoria
la ausencia de reconocidos líderes de los diferentes partidos
políticos que en los últimos años han sido cuestionados
por su vinculación a escándalos de corrupción. La mayoría de ellos permanecen en libertad a pesar de que los órganos contralores y fiscalizadores han levantado investigaciones y proceso judiciales en su contra. El gobierno ha tapado la mayoría de estos escándalos con el simple despido de los involucrados, pero no ha emprendido acciones serias en contra de los señalados. Consultado por periodistas independientes, recientemente el presidente Zelaya dijo que los escándalos de corrupción que han surgido en su administración son “rumores” y pidió que se le llevaran las pruebas. Por su lado, la presidenta del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL) Patricia Rodas, reaccionó indignada contra la prensa cuando se le preguntó sobre la corrupción en este gobierno y acusó a los periodistas que los han denunciado de amarillistas y opositores al régimen de turno. Uno de los más sonados de irregularidades es el que involucra a un "jet" ejecutivo mexicano, en Tegucigalpa desde el 24 de febrero pasado, que no ha sido reclamado por los dueños y que ahora está en subasta. Según el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y otras fuentes, solo por evasión fiscal, Honduras pierde anualmente 10.000 millones de lempiras (unos 526,3 millones de dólares). Otros de
tantos escándalos de corrupción en gobiernos pasados,
tienen que ver con la quiebra de bancos y financieras; tráfico
de combustibles y la construcción de un proyecto de 5.000 viviendas
para empleados públicos en Tegucigalpa, que está abandonado
desde hace unos 10 años. Al final
del acto el Cardenal Rodríguez llamó a poner un freno
a la corrupción “hoy estamos enviando un mensaje que Honduras
es limpia, es honesta y quiere vencer la corrupción”, dijo
el prelado hondureño. El presidente
de la Confraternidad Evangélica de Honduras, Oswaldo Canales,
hizo un vehemente llamado a levantar los muros de la integridad y pidió
a los hondureños a unirse para hacer retroceder ese flagelo que
afecta a la sociedad. Pero de
todos los mensajes que se dieron al final de la marcha, los que mas
arrancaron aplausos y vivas fueron los del niño Alexander Alméndarez,
alcalde infantil de la Paz y la indígena lenca, Vicenta Gonzáles,
quien dijo que muchos se hacen pasar por católicos y evangélicos,
pero son corruptos.
|
||