13 de febrero de 2007
  • El polémico avión fue adjudicado a un postor anónimo por 14 millones de lempiras, unos 736,000 dólares

Tegucigalpa – El lujoso jet que dos pilotos mexicanos dejaron abandonado en Honduras el 24 de febrero de 2006 fue adjudicado a un comprador anónimo por 736.000 dólares, unos 14 millones de lempiras, al termino de una subasta gerenciala por una compañía estadounidense.

La etapa final de la subasta, que inició ayer, fue presenciada por funcionarios del Ministerio Público de Honduras, miembros del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), diputados del Congreso Nacional y periodistas, en un hotel capitalino.

Durante todo el acto estuvo presente un representante de la embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa.

El proceso fue cuestionado por diputados del Partido Unificación Democrática (UD, de izquierda), quienes con cartulinas en mano protestaron por el proceso, el cual calificaron de inmoral, y demandaron una investigación que responda a preguntas básicas como

Los diputados de la UD protestaron en plena subasta por la falta de transparencia y las nulas investigaciones sobre el origen y destino final del jet.

“La fiscalía en vez de estar vendiendo aviones, haciendo estos actos bochornosos, contratando compañías extranjeras para hacer negocios a costillas de estos actos de corrupción debería dedicarse a investigar ¿Quién trajo el avión?, ¿Para quién venía?, ¿Qué traía?, ¿Porqué lo trajeron?, ¿Para quién era?, dijo el diputado Marvin Ponce.

Dijo que “los cuantos pesos que se van a conseguir con la venta de ese avión no son sustentables en la cultura de la lucha contra la corrupción en el país”.

El proceso
Para el proceso de la subasta el Ministerio Público contrató los servicios de la compañía estadounidense CWS Marketing Group, la que se encargó de la coordinación y la promoción del evento a nivel internacional.

El representante de la empresa Mike Lewis dijo a Proceso Digital que en el proceso participaron 14 oferentes, los que dieron una garantía de 50.000 dólares para participar en la subasta.

Explicó que los oferentes entraron a la subasta con un “nick name” (sobre nombre) por lo que se desconoce quien o quienes son en realidad las personas o empresas que estaban pujando por quedarse con la lujosa aeronave que llegó a Tegucigalpa el 24 de febrero de 2006.

La nave fue traída por dos pilotos mexicanos, quienes la aterrizaron en Toncontín entre las 11.15 y 11.30 de la noche, la estacionaron en la nave principal del aeropuerto, tras lo cual se trasladaron a un lujoso hotel de la capital hondureña para descansar.

A primeras horas del día siguiente, los pilotos regresaron a la terminal aérea, pasaron los controles migratorios y abordaron, sin ningún problema, el vuelo de una aerolínea comercial que los llevó de regreso a su país, sin ningún problema.

Las autoridades hondureñas supieron de la permanencia del avión unos cinco días después, luego de denuncias de medios de comunicación locales.



Proceso único
Lewis dijo emocionado que Honduras es pionero en este tipo de procesos en el continente americano.

Explicó que los 50.000 dólares que cada uno de los oferentes depositó son parte del valor total por el cual se subastó el avión.

También declaró que la compañía ganadora de la subasta pagará el 10 por ciento del valor por la cual estaba comprando la aeronave, en este caso 73.600 dólares (unos 1.398.400 lempiras).

“Eso significa que el Estado de Honduras no pagará ningún centavo”, resaltó.

También consideró como “un éxito” el que en la subasta participarán 14 oferentes, la mayoría de los cuales se supone son de nacionalidad estadounidense.

CEC gana subasta
La subasta inició ayer con la presentación de ofertas sobre el lujoso avión, que para muchos es el principal símbolo de la corrupción en el Gobierno del liberal Manuel Zelaya Rosales.

Todos los oferentes abrieron la disputa con un precio base de 50.000 dólares, cantidad que se fue incrementando paulatinamente a medida pasaban las horas.

Los coordinadores del proceso decidieron cerrar la presentación de ofertas a las cuatro de la tarde, hora a la cual la máxima oferta era de 450.000 dólares.

A partir de ese momento se había consignado que permanecerían en la contienda solamente aquellos oferentes que superaran la oferta de los 450.000 dólares y se cerraría si en un período de 10 minutos no había una nueva oferta.

Fue así que las compañías que se hicieron llamar “CEC” y “dktmoorjr” comenzaron a subir sus ofertas durante una hora y media.

A las 4.57 de la tarde “CEC” cifró su oferta en 736.000 dólares, la que no fue superada por “dktmoorjr”.

La subasta se cerró al filo de las cinco de la tarde y los organizadores la calificaron como un éxito.

En ese momento, los presentes en la sala del hotel aplaudieron eufóricos el final de la subasta y anunciaron a “CEC” como ganadora de la misma.

¿Qué sigue?
Según Lewis, a partir de ahora se harán los trámites que manda la ley para el traspaso de la aeronave a sus nuevos dueños.

Este proceso debe concluir antes del dos de marzo, fecha en la cual los nuevos dueños del avión deben llevarse la nave de Honduras.

Sino lo hacen, deberán pagar el almacenaje a las autoridades hondureñas.

Es una buena oferta
El director de la Oficina de Bienes Incautados del Ministerio Público, Omar Humberto Zúñiga, dijo estar satisfecho con el resultado de la subasta y con el precio asignado. En las condiciones que estaba el jet “es una buena oferta”, comentó.

Zúñiga explicó que la subasta se celebró porque “nosotros teníamos la intención de no permitir que un activo de esa categoría se perdiera en un aeropuerto”.


Omar Humberto Zúniga
“Así como estaba podrían haber transcurrido 10 años y se hubiera tenido que vender talvez como chatarra en el mejor de las casos”, agregó.

Dijo que fue así que se pusieron en contacto con el Departamento del tesoro de los Estados Unidos, donde les pusieron en contacto con la empresa CWS Marketing Group, que es la que le hace ese tipo de subastas al Departamento del Tesoro.

Estimó que retrasar la venta del avión “era no proveer al Estado de Honduras de recursos importantes”.

También dijo que “en el mejor de los casos, en una buena tarde, nosotros esperábamos vender el avión en 350.000 dólares”.

Venderlo por más, añadió, “es una ganancia, hay que tener en cuenta que es un avión ilegal, un avión que no tiene matrícula, que hasta ahora se le va a proveer, es un avión de 1968 y sobre todo es un avión que adolece de los libros de máquinas, que es como decir que falta el corazón del avión porque el que lo compre necesariamente tendrá que cambiarle las turbinas”.

Explicó que la matrícula hondureña solo se proveerá temporalmente, para sacar el avión del país.