Este
llamamiento forma parte de un artículo incluido en la última
edición de la revista electrónica "Saut al Yihad"
(Voz de la Guerra Santa), de la llamada "organización
de Al Qaeda en la Península Arábiga".
En
el artículo, titulado "Bin Laden y el arma del petróleo"
y escrito por el llamado Adib al Basam, se anima a los "muyahidín"
(combatientes islámicos) a tomar como blancos de sus ataques
las instalaciones petroleras, no sólo en Arabia Saudí,
sino en todo el mundo.
"Hay
que atacar los intereses petroleros en todas las zonas que suministran
petróleo a Estados Unidos, y no solo en Oriente Medio, ya
que el objetivo es detener sus importaciones (de crudo) o reducirlas",
dice Basam.
Consideró
que entre los objetivos de los ataques deben figurar yacimientos
de crudo, oleoductos, plataformas y petroleros para "perjudicar
la economía norteamericana".
"Aseguro
que los que recibirán el mayor daño serán los
países industriales, encabezados por los EEUU, portadores
de la Cruz. Los productores no serán perjudicados tanto,
y les beneficiará la subida de los precios", añadió.
En
su artículo, Basam hace referencia al discurso del presidente
de EEUU, George W. Bush, sobre el Estado de la Unión, de
2007, en el que éste destacó la importancia de que
Washington reduzca su dependencia del petróleo importado
de otros países, especialmente de Oriente Medio.
También
alude al "exitoso ataque" de febrero del año pasado
contra la refinería de Abqaiq, en el este de Arabia Saudí
y considerada como el mayor centro de procesamiento de petróleo
del mundo.
En
ese atentado, que las autoridades saudíes calificaron en
su momento de "fallido", murieron dos policías
saudíes y dos supuestos miembros de Al Qaeda.
Arabia
Saudí, cuna del Islam y tierra natal del líder de
Al Qaeda, Osama Bin Laden, es el mayor productor y exportador de
petróleo del mundo y es uno de los principales aliados árabes
de Washington.
Las
autoridades saudíes aseguran que han matado o detenido a
los "cabecillas" de Al Qaeda en el reino mediante una
serie de redadas realizadas desde 2003 por las fuerzas de seguridad
en distintos puntos del país.
Por
su parte, Canadá, el principal proveedor de crudo a EEUU,
no se ha pronunciado a nivel oficial en torno a este mensaje, aunque
fuentes de algunas de las firmas del sector afectado han asegurado
a la prensa local que se toman muy en serio cualquier amenaza relacionada
con la seguridad. EFE
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