Según
recordó el presidente, el director de Inteligencia (un puesto
creado hace tres años a raíz de los atentados del
11-S y que coordina los distintos servicios secretos del país)
tiene como misión proporcionar "los mejores datos posibles
sobre los planes y las intenciones del enemigo".
Para
ello, explicó Bush, le solicitó "una mejor integración
de nuestros distintos servicios secretos" y que estas agencias
compartan eficazmente sus datos.
Asimismo,
pidió que se centre en el reclutamiento de "más
estadounidenses con los conocimientos lingüísticos y
culturales necesarios para responder a las amenazas de este nuevo
siglo", explicó.
Por
su parte, McConnell, un almirante retirado, replicó que "las
políticas antiguas han perjudicado algunas reformas que son
de sentido común", en las que prevalece "la contratación
de estadounidenses de primera y segunda generación que cuenten
con conocimientos de lenguaje, de cultura y una gran comprensión
de las amenazas que afrontamos".
De
67 años, el nuevo director nacional de Inteligencia trabajó
durante los últimos diez años como asesor en cuestiones
de seguridad y de espionaje militar en una empresa privada de consultoría.
McConnell
fue asesor de Colin Powell, jefe del Estado Mayor estadounidense
durante la guerra del Golfo en 1991, y entre 1992 y 1996 dirigió
la Agencia de Seguridad Nacional, el organismo dependiente del Pentágono
que se encarga del espionaje electrónico.
Al
frente de los servicios de inteligencia, McConnell reemplazará
a John Negroponte, que recientemente se convirtió en el nuevo
"número dos" del Departamento de Estado de EEUU.
EFE
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