El autor
dijo que en el libro ha "pretendido representar, en la narración,
el mosaico de voces que le dan vida colectiva a la memoria de la
institución".
"Lo
mío, ha sido una interpretación de Casa Alianza, y
una búsqueda para desentrañar el país que se
conglomera adentro de las paredes de la institución",
recalcó Torres Funes, un joven y escritor hondureño
con estudios en México.
El
libro describe la situación política y social que
vivía Honduras cuando Casa Alianza inició su cruzada
a favor de los niños de la calle y jóvenes en situación
de riesgo, entre 1986 y 1988.
También
recoge testimonios de algunos jóvenes, ahora convertidos
en adultos, que fueron rehabilitados por Casa Alianza, como Hoffman
Sadat, quien ahora es estudiante de Economía en la Universidad
Nacional Autónoma de Honduras y trabaja en un organismo de
derechos humanos.
En
su testimonio, marcado por un relato de sufrimientos producto de
la desintegración familiar y el mundo de las drogas, Hoffman
subraya que siempre tuvo la idea de convertirse en un economista.
Ese
objetivo lo comenzó a lograr, según su historia, "ahora
que ya tengo una noción más, o mejor dicho, una conciencia
social de la situación que está pasando y viviendo
nuestro país".
"Me
doy cuenta de los grandes problemas económicos y del subdesarrollo
en que vivimos. Me gustaría dar un aporte para que este país
sufra menos... en materia económica", añade.
El
director de Casa Alianza Honduras, José Manuel Capellín,
resaltó el contenido del libro y recordó que desde
su fundación a la fecha, la institución ha atendido
alrededor de 20.000 niños, de los que muchos ahora viven
en excelentes condiciones, aunque otros "la han pasado muy
mal", especialmente por sus problemas de familia.
El
libro presentado en un hotel de Tegucigalpa también señala
que en Honduras las muertes violentas contra niños y jóvenes
se fueron volviendo continuas desde a mediados del decenio de los
90 del siglo pasado, "bajo patrones comunes, que denuncian
la existencia de una política selectiva de exterminio".
Entre
1990 y 1993, subraya el libro, en Honduras se registraron 302 homicidios,
cifra que en 1994 aumentó a 2.106, mientras que en 1995 sumaron
2.173 y en 1996 unos 2.473.
En
1997 la cifra de homicidios de niños y jóvenes ascendió
a 2.501 y en 2.001 llegó a 2.829, según registros
del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras
(COFADEH) señalados en "El libro azul de Casa Alianza".
Capellín
dijo además que el libro "es un canto de esperanza"
y abogó porque en el futuro cercano los niños y jóvenes
de Honduras puedan vivir en un país que les respete y garantice
sus derechos humanos.
El
ex Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras Leo Valladares
y la representante de la Oficina de Derechos Humanos del Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Martha Obando, elogiaron
el libro que relata la historia de Casa Alianza y su proyección
social en este país centroamericano. EFE
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