Dos muertos, éxodo masivo y
pánico deja repentino hundimiento
   

24 de febrero de 2007

Guatemala - Dos muertos y un desaparecido, unos 720 evacuados y el éxodo de cientos de habitantes temerosos por inusuales ruidos y seísmos, dejó un repentino hundimiento en un popular barrio del norte de la capital guatemalteca.

 


La saturación en el sistema de drenajes, según la Empresa Municipal del Agua (Empagua), fue la que provocó la noche del pasado jueves el hundimiento que se llevó al abismo unas cinco humildes residencias y a tres de sus habitantes.

Los cadáveres de los hermanos Irma Yolanda y David Soyos, de 18 y 16 años de edad, fueron localizados ayer por los cuerpos de socorro en las orillas de un río de aguas negras, al final de un barranco cercano al lugar de los humdimientos.

Su padre, Domingo, de 54 años, continúa desaparecido.

Los habitantes del barrio "San Antonio", en la zona 6 capitalina, vivían desde mucho antes atemorizados por las pandillas "maras" y el narcotráfico que pululan en ese sector del norte de la ciudad y por las noches se atrincheran en sus casas para evitar ser víctimas de estos grupos.

A ello le suman hoy el temor de perder sus casas y pertenencias por la pesadilla que les sorprendió la noche del pasado jueves al abrirse un agujero de por lo menos 40 metros de diámetro y unos 150 de profundidad.

Desde las alturas, el hundimiento se asemeja a un cráter de un volcán, por el que se ve como corre el río de las aguas negras de la capital.

Según el portavoz del ejército, coronel Daniel Domínguez, los habitantes de unas 300 residencias de los alrededores del hundimientos fueron evacuados a unos cinco albergues habilitados por las autoridades, aunque muchos buscaron el apoyo de familiares.

La zona ha sido declarada "inhabitable" y de "alto riesgo" por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), mientras agentes de la Policía y del Ejército, vigilan el área para evitar el pillaje.

Unas 200 viviendas corren el riesgo de caerse por los daños que han sufrido por los movimientos de tierra que ocasionaron el repentino hundimiento, que ha cambiado la geografía del popular barrio, que se ubica en la salida de la carretera al Atlántico.

El ministerio de Comunicaciones y Obras Públicas ha responsabilizado a la Municipalidad por este desastre, al no haber atendido a tiempo el llamado de alerta que hicieron los vecinos desde el año pasado.

Sin embargo, el alcalde metropolitano, Alvaro Arzú, comentó a periodistas que el lugar, geográficamente es inestable, porque en su mayoría son rellenos.

El fenómeno natural ha puesto en alerta a todas las autoridades y según Arzú, van a tener que replantear los pasos a desnivel que construyeron en las cercanías.

El jefe municipal asegura que el estancada que provocó el colapso agua ha comenzado a circular y que en las próximos días serán reparados los sistemas de drenaje.

La portavoz del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), ubicado a unos 300 metros del hundimiento, Isabel Arévalo, dijo a periodistas que varios pacientes han sido trasladados a otro hospital como medida de precaución y con el fin de atender cualquier emergencia que pueda registrase.

El Hospital General San Juan de Dios, uno de los principales de la capital, ha sido declarado en "alerta amarilla" (prevención) mientras dure la emergencia en el barrio "San Antonio", en el que trabajan un millar de personas para darle una solución a la crisis en esta zona, que permanecerá bajo control policial por al menos 60 días.

 
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