"Nuestras
esperanzas han renacido y creemos que esta reforma se aprobará",
manifestó a Efe José Lagos, líder de la comunidad
hondureña en Estados Unidos.
El
dirigente manifestó que han surgido en los últimos
meses factores "positivos" que permiten abrigar esas esperanzas.
Lagos
encabezó una delegación de líderes hispanos
que se reunió hoy con funcionarios de la Casa Blanca y con
miembros del Congreso, demócratas y republicanos, para comprometer
su apoyo con la reforma.
Indirectamente
en esa campaña también participó el presidente
de El Salvador, Elías Antonio Saca, quien también
se entrevistó con algunos congresistas.
El
líder de la comunidad hondureña señaló
que el tema de las redadas antiinmigrantes que se realizan en todo
el país, también se trataron en el encuentro.
No
obstante, señaló que han crecido las presiones de
los grupos que se oponen a esa reforma, con llamadas telefónicas
a los congresistas indecisos para conseguir su voto negativo.
"Hay
toda una movilización contra los inmigrantes. Hay que escribir.
Hay que llamar a los legisladores. Nuestra comunidad tiene que hacer
lo mismo", señaló Lagos.
"Aún
cuando estamos optimistas, esto no es un proceso automático.
Es necesario contrarrestar la campaña de quienes se oponen
a los inmigrantes y promueven la construcción de un muro
en la frontera", agregó.
El
encuentro de los Líderes hispanos con miembros del Congreso
y funcionarios de la Casa Blanca se dio en momentos en que el presidente
de EEUU, George W. Bush, instó al Legislativo a aprobar una
reforma integral que favorezca a millones de inmigrantes indocumentados.
Al
mismo tiempo ante el Comité Judicial del Senado, los secretarios
de Comercio, Carlos Gutiérrez, y de Seguridad Nacional, Michael
Chertoff, insistieron en soluciones viables y prácticas que
fortalezcan la seguridad fronteriza, el desarrollo económico
y la integración social.
Ambos
funcionarios aclararon que el presidente Bush no apoya una amnistía
y que los extranjeros deberán cumplir con varios requisitos
para legalizarse.
"La
inmigración ha sido una parte clave de nuestro desarrollo
económico", reconoció Gutiérrez, quien
destacó que EEUU "puede hacer de la inmigración
una ventaja competitiva".
Los
inmigrantes conforman el 15 por ciento de la fuerza laboral de Estados
Unidos y el país necesita de su mano de obra porque "hay
miles de trabajos que los estadounidenses no están tomando",
subrayó.
Para
el secretario de Comercio, un programa de trabajadores temporales
es tan sólo una de las piezas "sobre la mesa",
para que los futuros flujos migratorios sean "ordenados, legales
y controlados".
El
líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry
Reid, anunció que proyecta pedir que el Comité Judicial
apruebe la reforma migratoria antes del próximo 22 de marzo,
de manera que se someta a votación en el pleno antes del
receso legislativo de agosto. EFE
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