“Remezón” en la policía
   
  • Ruedan cabezas de tres altos oficiales “insubordinados”: Roberto Romero Luna, Danilo Orellana y Arnaldo Herrera Rodríguez.

09 de marzo de 2007
Redacción Proceso Digital  

Tegucigalpa – En una acción al mero estilo militar, que hizo recordar a los hondureños los famosos “cuartelazos y remezones” de la década de los ochentas en las Fuerzas Armadas, hoy fueron removidos tres altos oficiales de la Policía Nacional, que supuestamente dirigieron y participaron en una rebelión al interior del principal estamento policial del país.

 

  Roberto Romero Luna.


Los oficiales “descabezados” son: El comisionado general y ex director de la policía preventiva, Roberto Romero Luna, quien es sustituido en el alto mando policial por la comisionada Mirna Suazo; el director de Educación Policial, comisionado Arnaldo Herrera Rodríguez, quien es sustituido por el comisionado Miguel Ángel Villatoro, y el último en ser separado es el subcomisionado Danilo Orellana.

La decisión fue anunciada en cadena nacional de radio y televisión por el secretario de Seguridad, Álvaro Romero, quien justificó que la medida se adoptó con el fin de mantener la disciplina, el respeto a la jerarquía y el orden en la institución policial.

“Nosotros consideramos que la institución tiene suficiente madurez y que debe haber un respeto, tanto del superior al inferior y mucho más del inferior al superior y esa es la razón por las cuales se han tomado estas medidas, y los subalternos comprenden que ese límite no se debe transgredir”, dijo Romero.

La caída de los oficiales antes mencionados tuvo lugar un día después que el comisionado general, Roberto Romero Luna, pronunciara un encendido discurso en el que exigió al presidente Manuel Zelaya y al secretario de Seguridad, Álvaro Romero, mayor "respeto a la institucionalidad policial”.

Los comentarios de Romero Luna fueron formulados durante el sepelio del malogrado subcomisario, Juan Carlos Sotelo, asesinado por sicarios a mediados de la presente semana y a pocas horas de que otro alto oficial y su guardaespaldas fueran acribillados en la colonia Cerro Grande de la capital.

"Al presidente de la República le pedimos que se acerque a la Policía Nacional, que nos conozca que no se deje llevar por malos pensamientos. Todavía la Policía Nacional sigue sufriendo por la falta de respeto", dijo en su alocución Romero Luna.

El comisionado cuestionó la ausencia de las autoridades de la Secretaría de Seguridad en el sepelio del joven subcomisario y exigió a las máximas autoridades del país que "no sigan jugando con la institucionalidad porque sentimos que la falta de respeto a la institucionalidad esta minando a esta institución".


Comisionado Arnaldo Herrera Rodríguez

Durante el sepelio del joven oficial, muchos de sus compañeros presentes dieron la espalda en el momento que el viceministro de Seguridad, el general retirado Jorge Rodas Gomero, daba sus condolencias a la familia del occiso, lo que fue interpretado por los medios de comunicación como una rebelión de los miembros del cuerpo policial.

Este jueves, decenas de agentes de policías apoyados por varios oficiales de mediano y alto rango, suspendieron por varias horas sus actividades en protesta por la intención de las autoridades de la Secretaría de Seguridad de traspasar sus aportaciones al Instituto de Previsión Militar (IPM).

La protesta es solo un síntoma de la división y la inconformidad que priman al interior de la policía hondureña y un rechazo a las fracasadas medidas y políticas adoptadas por el ministro del ramo, general (r) Álvaro Romero, a quien le habrían dado un plazo de 72 horas para abandonar el cargo.

Fuentes policiales señalaron que la cúpula policial no está de acuerdo con que Romero siga dirigiendo a la Secretaría de Seguridad, dada su formación militar y sus notorias políticas de “militarizar” la institución policial, una de las cuales, precisamente es, traspasar sus aportaciones al IPM.

Hasta principios de la década de los noventa la policía hondureña estuvo bajo la égida de las Fuerzas Armadas y fue durante ese tiempo que se dieron las principales violaciones a los derechos humanos, pero posteriormente pasó a manos de los civiles.

En represalia al malestar que existe en la alta oficialidad policial, el secretario del ramo y el presidente de la República, habrían ordenado una “purga” de los policías insubordinados, sin embargo, estas medidas en vez de poner fin al problema, lo agravaría, según confió anoche a Proceso Digital una fuente de la institución que pidió el anonimato.

Es la primera vez, desde la creación de la Policía Nacional, que se remueven de esta forma varios altos cargos policiales que están inconformes con las ejecutorias de sus superiores.

Pasan a disponibilidad

El ministro de Seguridad dijo que los tres oficiales separados pasarán a una situación de disponibilidad por unos días “y luego veremos si van ocupar una de las agregadurías policiales que están próximas inaugurarse en Centroamérica”.

Dijo que el resto de la oficialidad se mantiene en sus cuarteles y aseguró que en este momento no hay ningún ambiente de inestabilidad en las direcciones policiales de los 18 departamentos del país.

El funcionario dijo que le extrañó mucho el exabrupto de los oficiales separados porque ha considerado a estos oficiales muy capaces, muy decentes y cooperadores y “no sé que grado de emotividad los llevó a esa situación”.

“Como rector de esta institución tengo la obligación de mantener la disciplina, el orden, la jerarquía y el respeto, principalmente a las autoridades más altas como es el Congreso Nacional y el presidente Constitucional de la República que representa la soberanía nacional”, concluyó Romero.

 
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