Los
oficiales “descabezados” son: El comisionado general
y ex director de la policía preventiva, Roberto Romero Luna,
quien es sustituido en el alto mando policial por la comisionada
Mirna Suazo; el director de Educación Policial, comisionado
Arnaldo Herrera Rodríguez, quien es sustituido por el comisionado
Miguel Ángel Villatoro, y el último en ser separado
es el subcomisionado Danilo Orellana.
La
decisión fue anunciada en cadena nacional de radio y televisión
por el secretario de Seguridad, Álvaro Romero, quien justificó
que la medida se adoptó con el fin de mantener la disciplina,
el respeto a la jerarquía y el orden en la institución
policial.
“Nosotros
consideramos que la institución tiene suficiente madurez
y que debe haber un respeto, tanto del superior al inferior y mucho
más del inferior al superior y esa es la razón por
las cuales se han tomado estas medidas, y los subalternos comprenden
que ese límite no se debe transgredir”, dijo Romero.
La
caída de los oficiales antes mencionados tuvo lugar un día
después que el comisionado general, Roberto Romero Luna,
pronunciara un encendido
discurso en el que exigió al presidente Manuel
Zelaya y al secretario de Seguridad, Álvaro Romero, mayor
"respeto a la institucionalidad policial”.
Los
comentarios de Romero Luna fueron formulados durante el sepelio
del malogrado subcomisario, Juan Carlos Sotelo, asesinado por sicarios
a mediados de la presente semana y a pocas horas de que otro alto
oficial y su guardaespaldas fueran acribillados en la colonia Cerro
Grande de la capital.
"Al
presidente de la República le pedimos que se acerque
a la Policía Nacional, que nos conozca que no se deje
llevar por malos pensamientos. Todavía la Policía
Nacional sigue sufriendo por la falta de respeto", dijo
en su alocución Romero Luna.
El
comisionado cuestionó la ausencia de las autoridades
de la Secretaría de Seguridad en el sepelio del joven
subcomisario y exigió a las máximas autoridades
del país que "no sigan jugando con la institucionalidad
porque sentimos que la falta de respeto a la institucionalidad
esta minando a esta institución". |
Comisionado
Arnaldo Herrera Rodríguez |
Durante
el sepelio del joven oficial, muchos de sus compañeros presentes
dieron la espalda en el momento que el viceministro de Seguridad,
el general retirado Jorge Rodas Gomero, daba sus condolencias a
la familia del occiso, lo que fue interpretado por los medios de
comunicación como una rebelión de los miembros del
cuerpo policial.
Este
jueves, decenas de agentes de policías apoyados por varios
oficiales de mediano y alto rango, suspendieron por varias horas
sus actividades en protesta por la intención de las autoridades
de la Secretaría de Seguridad de traspasar sus aportaciones
al Instituto de Previsión Militar (IPM).
La
protesta es solo un síntoma de la división y la inconformidad
que priman al interior de la policía hondureña y un
rechazo a las fracasadas medidas y políticas adoptadas por
el ministro del ramo, general (r) Álvaro Romero, a quien
le habrían dado un plazo de 72 horas para abandonar el cargo.
Fuentes
policiales señalaron que la cúpula policial no está
de acuerdo con que Romero siga dirigiendo a la Secretaría
de Seguridad, dada su formación militar y sus notorias políticas
de “militarizar” la institución policial, una
de las cuales, precisamente es, traspasar sus aportaciones al IPM.
Hasta
principios de la década de los noventa la policía
hondureña estuvo bajo la égida de las Fuerzas Armadas
y fue durante ese tiempo que se dieron las principales violaciones
a los derechos humanos, pero posteriormente pasó a manos
de los civiles.
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En
represalia al malestar que existe en la alta oficialidad policial,
el secretario del ramo y el presidente de la República,
habrían ordenado una “purga” de los policías
insubordinados, sin embargo, estas medidas en vez de poner
fin al problema, lo agravaría, según confió
anoche a Proceso Digital una fuente de la institución
que pidió el anonimato. |
Es
la primera vez, desde la creación de la Policía Nacional,
que se remueven de esta forma varios altos cargos policiales que
están inconformes con las ejecutorias de sus superiores.
Pasan
a disponibilidad
El
ministro de Seguridad dijo que los tres oficiales separados pasarán
a una situación de disponibilidad por unos días “y
luego veremos si van ocupar una de las agregadurías policiales
que están próximas inaugurarse en Centroamérica”.
Dijo
que el resto de la oficialidad se mantiene en sus cuarteles y aseguró
que en este momento no hay ningún ambiente de inestabilidad
en las direcciones policiales de los 18 departamentos del país.
El
funcionario dijo que le extrañó mucho el exabrupto
de los oficiales separados porque ha considerado a estos oficiales
muy capaces, muy decentes y cooperadores y “no sé que
grado de emotividad los llevó a esa situación”.
“Como
rector de esta institución tengo la obligación de
mantener la disciplina, el orden, la jerarquía y el respeto,
principalmente a las autoridades más altas como es el Congreso
Nacional y el presidente Constitucional de la República que
representa la soberanía nacional”, concluyó
Romero. |