Tegucigalpa
- Con severas críticas a la corrupción imperante
en varias instituciones del gobierno, a la pretensión de
restablecer la inmunidad parlamentaria y a los magros resultados
de la administración de Manuel Zelaya en el combate a la
violencia y la inseguridad que mantienen en zozobra a los hondureños,
el Partido Nacional cerró este domingo su convención
ordinaria.
Los nacionalistas, asimismo, sellaron su unidad partidaria y ratificaron
una serie de reformas institucionales que buscan darle mayor participación
a los jóvenes, mujeres y otros sectores sociales que por
décadas han estado marginados de las decisiones políticas,
con miras a recuperar el poder en diciembre del 2009.
Al cierre del evento, el presidente del Comité Central
del Partido Nacional (CCPN) cuestionó fuertemente la pretensión
de algunos funcionarios del actual gobierno de reactivar la figura
de la inmunidad con el fin de evitar posibles demandas en el futuro
por actos de corrupción.
Lobo Sosa abrió su discurso pidiendo un minuto de silencio
por los agentes y oficiales de la policía asesinados por
los delincuentes en el cumplimiento del deber y cuestionó
la actitud de las autoridades de Seguridad de manchar la hoja
de vida de los policías caídos en servicio.
“Ellos (los policías) injustificadamente no son comprendidos
y, con mucho dolor, se les juzga la conducta de ellos; yo quiero
hacer eco de la garantía constitucional de la presunción
de inocencia y decir que mueren defendiendo a los honrados y a
los delincuentes; por todos ellos por favor un minuto de silencio”,
dijo.
El
presidente del presidente del CCPN dijo que ve una nueva
actitud de su partido y agradeció a los viejos dirigentes
de esta institución política porque han entendido
que al PN hay que renovarlo, dándoles más
participación a los jóvenes, a las mujeres,
las etnias y otros sectores.
Habló
de poner en marcha una revolución que libere al país
de la vorágine de violencia que impera en la sociedad
hondureña y de otros males que atan a los hondureños
a la pobreza y el subdesarrollo. |
|
“Hoy
se inicia una nueva era llena de cambios en el nacionalismo hondureño.
Una revolución en el país, pero no con armas, sino
una revolución en nuestro partido que se extenderá
a todo el país, y que lo liberará del cáncer
de la corrupción a la que nos tiene sometido este gobierno”,
dijo.
Dijo que ese es “un cáncer que debe ser extirpado
antes que sus tentáculos se extiendan por todo el país;
por eso ante los rumores de que funcionarios de este gobierno
quieren volver restablecer la inmunidad, yo le digo a los convencionales
que tiene claro este mandato para la bancada de nuestro partido:
Jamás retrocederemos en volver establecer en restablecer
la inmunidad parlamentaria y para los funcionarios públicos”,
dijo.
Agregó que “el Partido Nacional la tiró al
cesto de la basura y ahí se va a quedar, y esa es la decisión
de nuestro partido”.
El ex candidato presidencial nacionalista dijo que espera que
esta convención deje un cambio de verdad “de eso
es lo que estoy hablando, estoy hablando de un Partido Nacional
nuevo que escuche las necesidades del pueblo hondureño,
especialmente a los más pobres y desprotegidos”.
Asimismo, aprovechó para cuestionar la repartición
de los fondos de la Estrategia de Reducción de la Pobreza.
“Los pobres no pueden seguir esperando medicinas para sus
hijos y familiares. El pueblo no aguanta más el acoso de
la delincuencia a la que está sometida. No puede seguir
esperando un empleo donde pueda ganar un sueldo digno. Ya basta
de tanto circo, tenemos que detener la piñata que se tienen
y evitar el seguir engordando a los ricos con el dinero del pueblo”,
apuntó.
Unidad y cambios profundos
Por su parte, en su discurso el alcalde la capital Ricardo Álvarez
abogó porque el Partido Nacional realice cambios profundos
a favor de los más pobres, de los jóvenes y de las
mujeres.
“La razón de ser del partido y la misión en
la vida de cada nacionalista debe de ser mejorar la calidad de
vida de cada hondureño, especialmente los más pobres”,
manifestó Álvarez.
Propuso que el Partido Nacional debe ser una institución
para la juventud, las mujeres, y de respuesta a los pobres, un
partido que entienda el mandato de las grandes mayorías,
el de una transformación profunda.
Estoy aquí, añadió, como un miembro mas de
nuestro partido convencido de que a partir de hoy las cosas pueden
cambiar, ya que junto a mis compañeros alcaldes nacionalistas
conocemos a diario el palpitar del pueblo hondureño que
desea un cambio de verdad, un cambio que no sea “del diente
al labio”.
Dijo que los alcaldes nacionalistas aspiran una democracia donde
se oiga su voz y su lucha por un gobierno que realmente esté
del lado de los pobres, debemos ser el partido del cambio, y no
de lo mismo de siempre.
Por otra parte, indicó que se debe hacer conciencia a las
nuevas generaciones de la importancia que tiene el sufragio electoral,
mediante el cual se logran los resultados para obtener un mejor
futuro, un buen empleo, seguridad, estabilidad y oportunidad.
Destacó que para lograr el cambio transformador es la lucha
a favor de las mujeres, cultivando un ambiente de sensibilidad
y reconocimiento para ellas. “El Partido Nacional debe luchar
por un gobierno por y para las mujeres, respetando sus derechos,
reconociendo sus esfuerzos, sus sacrificios y su espíritu
de lucha”.
Álvarez repudió la situación de corrupción,
altos precios en la canasta básica, desempleo galopante,
finanzas en rojo y la peor crisis de inseguridad ciudadana que
se vive en la historia del país.
Finalmente, declaró que junto al misterioso jet Grumman
debe irse el Gobierno de turno a fin que vuelva el Partido Nacional
a gobernar.