El arzobispo
de Tegucigalpa, quien desde mediados de los años 90 abanderó
una campaña del Vaticano para lograr el perdón de
la deuda de los países pobres, dijo que "no tenemos
derecho a condonación de deuda si no luchamos decidida y
abiertamente contra la corrupción".
"Nuestra
contraparte a este perdón de la deuda tiene que seguir siendo
una lucha decidida contra ese flagelo porque, si no, estaríamos
defraudando la solidaridad" de quienes aprobaron la condonación
a Honduras, enfatizó.
El
cardenal bendijo el nuevo edificio del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) en Tegucigalpa, inaugurado por el presidente de ese organismo,
el colombiano Luis Alberto Moreno, y el gobernante de Honduras,
Manuel Zelaya.
Rodríguez
comentó, en un mensaje durante el acto, que "cuando
se empezó esta lucha que parecía imposible yo tenía
personas del mundo de la economía que decían: 'no,
no, diles que paguen'", pero al final el perdón de la
deuda "se hizo posible por la solidaridad".
"Es
lo que han hecho los socios del BID: simplemente, compartir un poco
más con aquellos que ya no podían" con la carga
de la deuda, dijo el arzobispo.
El
BID condonó a Honduras 1.367 millones de su deuda durante
la asamblea de gobernadores que terminó el martes en Guatemala.
El
Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y acreedores
bilaterales también han condonado deuda a Honduras, que en
2005 superaba los 5.500 millones de dólares y, según
fuentes oficiales, se ha reducido a unos 1.660 millones.
El
cardenal remarcó que, tras los conflictos por la guerra fría,
Centroamérica tiene una "asignatura pendiente que es
el desarrollo" y aseveró que "la paz no es la ausencia
de guerra sino el desarrollo", al que deben destinarse los
fondos de la condonación. EFE
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