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08 de abril de 2007 | |||||
Ciudad del Vaticano - El papa Benedicto XVI ha repasado
hoy los males del mundo, desde las calamidades naturales hasta el hambre,
las guerras y el terrorismo, durante su mensaje pascual con el que terminó
los actos de la Semana Santa. Joseph Ratzinger, sin embargo, no incluyó en la lista la pena de muerte ni tuvo un gesto especial para los miles de participantes en una marcha que concluyó en San Pedro y pedía la moratoria del castigo capital en todo el mundo. Ante decenas de miles de fieles, peregrinos y turistas, Benedicto XVI celebró en primer lugar la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro, adornada con flores regaladas por floricultores holandeses. Después, Ratzinger comenzó su mensaje pascual recordando que hoy se celebra en la tradición cristiana la resurrección de Jesús y habló del pasaje del Nuevo Testamento referido al encuentro entre Cristo y el incrédulo discípulo suyo Tomás.
"¡Cuantas heridas, cuanto dolor en el mundo!" dijo y aseguró que "no faltan calamidades naturales y tragedias humanas" como las ocurridas recientemente en Madagascar, las Islas Salomón, América Latina y otras regiones del mundo. También citó "el flagelo del hambre", "las enfermedades incurables", "el terrorismo", "los secuestros de personas", "el desprecio de la vida", "la violación de los derechos humanos", y "la explotación de la persona". El Pontífice entró luego en conflictos concretos y mostró su "aprehensión" por Darfur, en Sudán; por los choques y saqueos en la República del Congo; y por la reanudación de los combates en Somalia. Además, mencionó la crisis de Zimbabue y dijo la única vía para superarla es "la oración y el compromiso compartido por el bien común". Después se trasladó a Asia y habló de la necesidad de paz y de reconciliación en Timor Este, en Sri Lanka; y en Afganistán, "marcado por una creciente inquietud e inestabilidad".
Tras citar
la situación del Líbano, dijo no poder olvidar "las
dificultades que las comunidades cristianas afrontan cotidianamente
y el éxodo de los cristianos" de Oriente Medio. "Esperamos
que cuando la marcha contra la pena de muerte llegue (a San Pedro) Ratzinger
haga como (Karol) Wojtyla, que saludó a los manifestantes",
dijo antes de empezar el recorrido la ministra de Asuntos Europeos,
Emma Bonino. |
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